Pilotos dicen que los impactos de aves contra aviones son habituales

  • Los impactos de aviones con pájaros son algo habitual en el mundo de la aviación, por lo que las aeronaves están certificadas para afrontar estos incidentes "en condiciones muy específicas", según han explicado fuentes del Sepla tras el incidente sufrido por un avión el pasado fin de semana.

Madrid, 14 may.- Los impactos de aviones con pájaros son algo habitual en el mundo de la aviación, por lo que las aeronaves están certificadas para afrontar estos incidentes "en condiciones muy específicas", según han explicado fuentes del Sepla tras el incidente sufrido por un avión el pasado fin de semana.

Este fin de semana, el aeropuerto de Barajas tuvo que activar la alerta local ante el regreso del vuelo de Iberia 6533, que se dirigía a Puerto Rico, después de que un buitre leonado impactara contra el avión, un Airbus A340, y le causara daños en el "cono de nariz y en el sistema de radar".

El suceso se produjo el pasado domingo cuando el avión, con 151 pasajeros a bordo, había abandonado el aérea del aeropuerto de Barajas y se encontraba a una altura de unos 2.000 metros, sobre la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

Desde el sindicato de pilotos Sepla, Agustín Guzmán, explicó a Efe que, tras estos impactos, los pilotos evalúan los daños sufridos, que suelen depender del lugar dónde haya golpeado el ave o grupo de aves.

En el caso reciente del Airbus el ave impactó en la parte delantera y sólo causo daños estructurales, pero, por motivos de seguridad, "lo más lógico es volver a aterrizar", como hizo el comandante del vuelo de Iberia media hora después de haber abandonado Barajas.

"Lo normal es que el daño no supere al que ha sufrido este avión", señaló Guzmán, y destacó que en el caso de que el impacto se produzca contra un motor y este se pare, el avión también tendrá que regresar usando los motores restantes, lo que es no supone ningún peligro.

A pesar de ello, recordó que, en ocasiones, los impactos son muy graves, como el del avión de US Airways al que se le pararon los dos motores en enero de 2009, tras impactar contra un grupo de pájaros y gansos despegando de Nueva York, por lo que tuvo que planear hasta posarse en el Río Hudson.

Según Guzmán, "cuanto más se separa el avión del suelo menos probabilidades hay de impactar", pero dijo que no es extraño encontrar aves del tamaño del buitre leonado a 6.000 pies y a mayor altura, como sucede en los Andes, donde se han avistado cóndores a nivel de crucero, cerca de los 10.000 metros sobre el nivel del mar.

El representante del Sepla destacó que la intensidad del impacto depende de la velocidad, por lo que hay una limitación y esta se debe de reducir por debajo de los 10.000 pies (3.000 metros).

Además, resaltó que los despegues resultan más peligrosos porque los motores van a máxima potencia y el impacto de un pájaro puede causar mayores daños.

Por ello, los aeropuertos utilizan distintos sistemas para ahuyentar a las aves, como los sonidos de alarma, los detonadores o los halcones.

Este últimos es el método elegido por Barajas, donde unos 38 halcones "patrullan" cada día el aeropuerto tras haber sido instruidos para ello por el Servicio de Control de Fauna, creado por Félix Rodríguez de la Fuente, y que desde hace 40 años controla Jesús Rero.

Reo trabaja en Barajas con casi un centenar de aves rapaces de varias especies (azores, halcónes harrier, aplomados e híbridos, etc), de los que 38 están operativos y el resto en cría, "fuera de servicio" o en fase de muda.

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