Portugal extiende los ajustes hasta 2018 para cumplir con sus compromisos

Lisboa, 30 abr.- El Gobierno de Portugal anunció hoy nuevas medidas de ajuste de cara a los próximos años, como la subida del IVA y de los impuestos a pagar por trabajadores, para cumplir así con los compromisos adquiridos con sus acreedores una vez concluya el programa de asistencia financiera.

El Ejecutivo portugués presentó el Documento de Estrategia Presupuestaria, un texto que pretende marcar el rumbo del país en el período 2014-2018 y que aún debe recibir el respaldo del Parlamento, donde los conservadores cuentan con mayoría absoluta, y de Bruselas.

En sus 84 páginas, el Gobierno del primer ministro Pedro Passos Coelho plantea aliviar algunos de los recortes de carácter "extraordinario" aprobados en los últimos años a instancias de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), al tiempo que anuncia nuevos ajustes, pero permanentes.

El objetivo final es reducir progresivamente el déficit público, establecido en 2013 en el 4,9 % del PIB, hasta dejarlo a cero en 2018, lo que colocaría las cuentas públicas en equilibrio, algo inédito desde la llegada de la democracia, hace cuatro décadas.

De acuerdo con el documento, Portugal volverá a crecer entre un 1,2 y un 1,8 % por año hasta 2018, en contraste con la recesión sufrida en 2011, 2012 y 2013, coincidiendo con la aplicación del severo programa de ajustes y reformas pactado con la UE y el FMI a cambio del rescate financiero.

La tasa de desempleo también bajará previsiblemente hasta situarse en el 13,2 %, dos puntos menos que en la actualidad.

Gracias a la mejora de la economía del país, a la caída de los intereses a pagar por la deuda, al menor número de parados y al adelgazamiento de la plantilla de funcionarios a través de jubilaciones anticipadas y rescisiones amistosas, Portugal logrará un remanente financiero que permite relajar algunas medidas de austeridad.

Entre ellas, la ministra portuguesa de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, destacó la eliminación progresiva de los recortes a los salarios del sector público, que comenzará en 2015 -recuperarán entonces un 20 %- y terminará con la reposición total de los sueldos, en 2018.

El Ejecutivo anunció también la sustitución de la "contribución extraordinaria" que pagaban los pensionistas que recibían más de mil euros por mes por una "contribución de sostenibilidad" de carácter permanente.

En la práctica, las arcas públicas portuguesas ingresaban 660 millones de euros con la tasa extraordinaria y, con el impuesto que la sustituye, esta cifra se reducirá a 370 millones de euros.

Para las pensiones de entre 1.000 y 1.800 euros mensuales, la contribución es actualmente del 3,5 %, mientras que a partir de 2015 será del 2 %.

Con el propósito de compensar esta reducción de ingresos, el Gobierno propone la subida del tipo normal del IVA, que pasará del 23 al 23,25 % en 2015, lo que le permitirá recaudar en torno a 150 millones de euros que se destinarán, exclusivamente, al deficitario sistema de pensiones.

Además, aumentará el próximo ejercicio el impuesto que pagan todos los empleados -públicos y privados- en su salario a la Seguridad Social, del 11 al 11,2 %, lo que supone cien millones de euros más para el Estado por año, aproximadamente.

Por el momento, no hay novedades sobre la sobretasa extraordinaria del 3,5 % que también pagan hoy los trabajadores del sector privado.

La ministra de Finanzas admitió que todavía no existen "garantías" que permitan confirmar si podrá ser retirada en 2015.

"Tenemos que continuar esta trayectoria (de disciplina presupuestaria tras la salida de la troika). No veo márgenes, no estamos en condiciones de garantizarlo", recalcó Albuquerque.

La considerada como "número tres" del Gobierno portugués incidió en la importancia del documento presentado hoy para dar pruebas a los socios europeos de que sus compromisos se mantienen más allá del cierre del rescate, previsto para mediados de mayo.

De hecho, los técnicos de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) se encuentran estos días en Lisboa para llevar a cabo la última evaluación al cumplimiento del programa de ajustes pactado en mayo de 2011 a cambio del préstamo internacional de 78.000 millones de euros que recibió Portugal.