Portugal investiga si un fondo de inversión presionó para hacer caer su deuda

  • La Justicia lusa investiga si un fondo de inversión intervino en 2010, antes del rescate de Portugal, para perjudicar su deuda y sacar beneficio con la publicación de un articulo negativo sobre el país en un medio internacional.

Lisboa, 13.- La Justicia lusa investiga si un fondo de inversión intervino en 2010, antes del rescate de Portugal, para perjudicar su deuda y sacar beneficio con la publicación de un articulo negativo sobre el país en un medio internacional.

Fuentes de la Fiscalía lusa confirmaron a EFE la apertura de esta investigación, aunque declinaron precisar la identidad o nacionalidad de los implicados, sujeta al secreto del proceso.

En medio de la presión que sufren deudas soberanas como la de Portugal, no faltan sospechas entre autoridades y especialistas, sobre los métodos para obtener lucro con la especulación.

Pero no es frecuente, al contrario que en las operaciones de bolsa, que la Justicia encuentre como ahora materia para investigar posibles fraudes.

La denuncia ante la Justicia provino de la Comisión del Mercado de Valores (CMVM) lusa, cuyo presidente, Carlos Tavares, desveló el caso ante una comisión parlamentaria y señaló que las autoridades portuguesas han contado en este caso con el apoyo del supervisor del mercado de capitales norteamericano.

Según Tavares, el artículo se publicó en un periódico de prestigio internacional y uno de los autores era accionista y administrador de un fondo de inversiones con títulos de deuda portuguesa en cartera que apostaba por su depreciación.

Esta es una práctica habitual del llamado "short selling" (venta al descubierto), en la que un inversor toma prestado un valor con el compromiso de comprarlo y devolverlo en una fecha posterior, logrando beneficio solo si, entretanto, el valor baja.

Según la investigación, cuyas sospechas avalan analistas del mercado consultados por EFE, si el inversor consigue impulsar ese descenso de precio, con la propia venta o influyendo en el mercado, al recomprarlo a un coste menor para devolverlo al dueño original habrá asegurado su beneficio.

En el caso detectado por las autoridades lusas, la apuesta del fondo de inversión no resultaba si la deuda portuguesa mejoraba su precio y cuando empeoró, tras la publicación del artículo, se produjo "una ganancia considerable", de acuerdo con Tavares.

El texto periodístico en cuestión se publicó en 2010, poco después de que Grecia se convirtiese en el primer país de la UE en solicitar el rescate financiero, y en él se pronosticaba que Portugal necesitaría también de ayuda externa.

El país acabó pidiendo la asistencia financiera en abril de 2011 después de varios meses bajo intensa presión de los mercados que derivó en una subida de intereses de la deuda insostenible para el Estado luso.

Prácticas como ésta se han detectado a lo largo de los últimos años en diferentes situaciones, según el presidente del grupo de Investigación sobre Finanzas Públicas de la Universidad de Oporto, Abel Fernandes.

Consultado por Efe, asegura que "una de las formas más comunes" de perjudicar un título para beneficio propio es la de "publicar noticias falsas o inexactas sobre perspectivas futuras".

Fernandes subraya que las autoridades han reforzado su atención a ese tipo de movimientos después de la crisis de 2008, debido a la sucesión de escándalos financieros, y vigilan "cualquier comportamiento ilegal que implique a agentes del mercado".

Pero quita hierro a las consecuencias de esas acciones fraudulentas: "Los responsables políticos han culpado sistemáticamente a los especuladores de la situación difícil que vive Portugal, cuando no es sólo por ellos".

"Los especuladores existen y pueden influir, pero en el caso de la deuda lusa, se debió más a una recomposición de carteras de los inversores por el riesgo de impago", apunta.

Sobre los controles adecuados para impedir que las prácticas ilegales de los mercados pongan en riesgo a todo un país, Fernandes expresa que "una regulación correcta y la fiscalización son los mejores mecanismos".

Pero admite el "peligro" de que las entidades supervisoras se puedan dedicar "más a proteger los intereses de las empresas que a su verdadera misión".

El presidente de la CMVM lusa defiende que casos como éste muestran la necesidad de "volver a un mercado de deuda más transparente".

Las prácticas de "short selling" han suscitado amplia polémica en los últimos años, e incluso algunos supervisores europeos las han prohibido temporalmente.

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