Primer ministro iraquí critica a kurdos por denominación de zonas en disputa

  • El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, criticó hoy la reciente decisión adoptada por el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, de considerar que las zonas en disputa entre ambas partes son kurdas.

Bagdad, 15 dic.- El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, criticó hoy la reciente decisión adoptada por el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, de considerar que las zonas en disputa entre ambas partes son kurdas.

Barzani emitió ayer una resolución que denomina esas áreas como "zonas kurdas situadas fuera del Kurdistán", en respuesta los intentos de Bagdad de querer cambiarles igualmente el nombre en su beneficio.

Al Maliki, sin embargo, señaló en un comunicado difundido por su oficina que "la decisión (kurda), pese a que carece de todo valor jurídico y no puede suponer ningún efecto, indica una gran audacia y ha excedido la Constitución e infringido sus más básicos principios".

En ese sentido, el primer ministro indicó que tiene la certeza de que "estos excesos no habrían sucedido si las autoridades implicadas y las fuerzas políticas hubieran condenado en su momento las otras violaciones cometidas por la administración kurda en los últimos años".

Reiteró que esas zonas dependen del Gobierno central de Bagdad y cualquier acción fuera de la Constitución expone al Gobierno kurdo a "severas" responsabilidades jurídicas.

El jefe del Gobierno instó a todos los poderes del Estado a condenar la decisión kurda para poner fin a esta grave situación y subrayó que solo queda respetar la Carta Magna para resolver todas las disputas y diferencias durante la construcción del Estado.

Las declaraciones de Al Maliki se producen después de que el pasado jueves el presidente de Irak, Yalal Talabani, anunciara que el Gobierno de Bagdad y las autoridades del Kurdistán alcanzaron un acuerdo para poner fin a la crisis generada por las zonas en disputa entre ambas partes.

El acuerdo estipula el cese de todas las campañas de información que han minado las relaciones entre ambas partes y aumentado la tensión, y prevé que los comités técnicos militares formen grupos integrados de manera equitativa por árabes, turcomanos y kurdos para mantener la seguridad en las zonas en disputa entre Bagdad y Erbil.

La misión de esos grupos se iniciará apenas concluya la retirada de las fuerzas tanto iraquíes como kurdas, que se desplegaron por separado recientemente en esas áreas.

La tensión entre los ejecutivos central de Bagdad y autónomo kurdo se incrementó después de que el primero formó una fuerza militar para la ciudad de Kirkuk, que fue rechazada firmemente por Erbil.

En respuesta, las fuerzas de "peshmerga" -las milicias armadas kurdas de Irak- mandaron refuerzos adicionales a esta provincia, pese a las advertencias del Gobierno central.

Kirkuk, centro de una rica zona petrolera y ciudad de una variada población de origen árabe, kurdo, turcomano y cristiano que coexiste con dificultad, tiene un estatus especial, aunque el Gobierno autónomo del Kurdistán la reclama junto con otras áreas, algo a lo que se oponen las otras comunidades y Bagdad.

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