Productores y denominaciones piden mantener los límites al cultivo de viñas

  • Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA y los Consejos reguladores de las denominaciones de origen de vino han reclamado hoy que continúe el sistema de "derechos" de plantación, que limita el cultivo de viñas en la Unión Europea.

Madrid, 13 dic.- Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA y los Consejos reguladores de las denominaciones de origen de vino han reclamado hoy que continúe el sistema de "derechos" de plantación, que limita el cultivo de viñas en la Unión Europea.

Los productores y la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (Cecrv) han manifestado, en un comunicado conjunto, su "gran preocupación" ante la posible "desaparición" del sistema actual de los derechos de plantación, sobre el que se hablará mañana en Bruselas en la última reunión del Grupo de Alto Nivel de expertos sobre este asunto.

Según el comunicado, los viticultores españoles temen las propuestas que presentará la Comisión Europea (CE) en ese sentido y han pedido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que muestre una posición "rotunda e inequívoca" a favor de la continuidad de los derechos de plantación de vid.

Los productores y las denominaciones defienden que este régimen que limita el cultivo de viñas ha permitido "la conformación de un sistema de producción vitivinícola puntero en el mundo", con "cotas altísimas de calidad" y ha equilibrado la oferta y la demanda.

Han señalado que su supresión acabaría con el "modelo actual de producción de vino europeo, lo que supondría además una pérdida patrimonial para los viticultores y un fuerte desequilibrio medioambiental y deterioro paisajístico", según el comunicado.

La desaparición de los "derechos" provocaría, según los productores y las denominaciones, "una importante deslocalización del viñedo y un desmantelamiento del tejido socio-económico en grandes zonas vitícolas europeas", además de provocar un "inmediato descenso en el precio de la uva y de los vinos".

Por ello, el sector vitivinícola rechaza la liberalización del cultivo de viñas, así como la idea de implantar un régimen de "autorizaciones" en sustitución del actual sistema.

Por el contrario, han defendido que continúen los derechos, el establecimiento de un único sistema de gestión para todas las superficies de viñedo -independientemente de su inscripción o no bajo una protección de calidad-, así como un control por parte de las administraciones públicas competentes.

Los productores y las denominaciones insisten en que la prolongación de los derechos es una medida sin coste financiero para la Unión Europea (UE), según el comunicado.

La UE acordó, cuando reformó la regulación del mercado del vino, que los derechos de plantación se mantuvieran hasta 2016, con la posibilidad en algunos casos de prolongarlos hasta 2018; pero muchos países, entre ellos España, defienden su continuidad.

En anteriores reuniones del Grupo, la Comisión Europea (CE) ha indicado que su objetivo es buscar una fórmula para encontrar una solución, si bien ha insistido en que la prórroga no sea definitiva.

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