¿Puede China salvar a General Motors?

  • General Motors aumentó sus ventas en China en un 67 por ciento durante el año pasado mientras en Estados Unidos la compañía recibió 50.000 millones de dólares del fondo de rescate del gobierno para evitar su cierre. GM ha apostado por una campaña fuerte de márketing en el gigante asiático y parece que le ha salido bien, pero su sede en Detroit sigue flaqueando.
Vista del aparcamiento de General Motors en Shangai (China)
Vista del aparcamiento de General Motors en Shangai (China)
Stringer | Reuters
Thomas Mucha | GlobalPost para lainformacion.com

(Boston, EE UU).¿Pueden empeorar aún más las cosas en Detroit?Primero, un presunto terroristas islamista intenta volar un avión sobre la ciudad (llevando nada menos que con una bomba en su ropa interior).Después, General Motors (la compañía que contribuyó a que Detroit fuese conocida como "la Ciudad del Motor") anuncia que las ventas en China aumentaron un 67 por ciento en 2009, pese al colapso del sector automovilístico de EE UU, diezmando aún más la economía de Detroit.

General Motors vendió el año pasado más de 1,8 millones de coches y camiones en China, un poco menos de lo que vende en EE UU.Para empeorar aún más las heridas abiertas de la ciudad norteamericana, las ventas de China han estado lideradas por Buick, una marca corriente, veterana en el mercado de EE UU, a la que GM lleva tiempo intentando quitarle el barniz de anticuada. Ni siquiera un Tiger Woods pre- escándalo pudo hacer milagros: GM y Woods rompieron en 2008 después de una colaboración publicitaria de nueve años que tenía como protagonista al joven, moderno y (entonces) magnífico jugador de golf.

Pero Buick no es la única fuente de alegría de la compañía en China últimamente.GM y sus socios también han visto un importante incremento de las ventas en las furgonetas más baratas y las llamadas "pick-ups", muy adecuados para las inmensas zonas rurales de China.

GM tiene ahora un 13,4 por ciento de la cuota de mercado en China, el mercado automovilístico de crecimiento más rápido en el mundo. No está nada mal para una compañía en bancarrota que el año pasado recibió 50.000 millones de dólares del fondo de rescate del gobierno de EE UU.

El éxito de GM en el gigante asiático es el resultado de varios factores.El primero, por supuesto, es el rápido crecimiento de China, que ha generado un amplio y creciente ejército de consumidores listos para sentarse detrás del volante. Impulsado por grandes incentivos del gobierno, el mercado automovilístico de China creció el año pasado en su conjunto un impresionante 50 por ciento, destronando por primera vez a EE UU como el mayor mercado del mundo.Los consumidores de EE UU compraron 10,5 millones de coches y camiones en 2009. Los chinos compraron 13 millones.

Aunque se espera que la cifra caiga de manera significativa este año, al terminarse los incentivos de Pekín, China es ahora una pieza clave para los fabricantes de automóviles de todo el mundo. "No hay duda de que China se convertirá en el mayor mercado de automóviles del mundo, siempre que su economía continúe creciendo", aseguró recientemente la profesora de Tufts University, Kelly Sims Gallagher, en el Washington Post.

Ésta es la razón: en EE UU hay 850 coches por cada 1.000 personas. En China, hay actualmente 35 coches por cada 1.000 personas. Eso significa mucho espacio para crecer.Si se tiene además en cuenta que China tiene una población de 1.300 millones de personas y que su clase media está creciendo con rapidez, se puede intuir por qué GM, Ford, Volkswagen, Hyundai, Changan, Shanghai Automotive Industry y otros fabricantes globales y domésticos están luchando por hacerse con el pastel.

Pero el crecimiento económico no explica totalmente el éxito de GM en China. ¿Cuál ha sido la pieza determinante? El marketing inteligente, especialmente con Buick, algo por lo que la compañía no es especialmente famosa en Detroit.En China General Motors ha hecho un trabajo excelente presentando a Buick como un coche de lujo moderno, incluso sexy. No se percibe como algo que conducen los abuelos. En lugar de eso, GM ha colocado a Buick como una marca deseable o "aspirational brand", que encaja perfectamente en la carrera nacional de China hacia la modernidad.Como resultado, el Buick se ha convertido en un símbolo de la creciente prosperidad del país: una representación táctil, divertida, a cuatro ruedas, de la famosa frase de Deng Xiaoping "Enriquecerse es glorioso".

GM supo ver ese importante rasgo en los nuevos y prósperos consumidores de China, y le dio a la marca el empujón de marketing adecuado, tal y como demuestra este anuncio de 2009 para el Buick Regal Turbo protagonizado por un par de modernos jóvenes de Shangai: [anuncio]

Por supuesto, hay muchas cosas que se podrían torcer para GM en el gigante asiático.Los fabricantes nacionales o incluso sus competidores globales podrían producir vehículos mejores, sacando a GM del mercado. Sus problemas nacionales y otros de tipo internacional podrían terminar hundiendo a la compañía. El conglomerado de China Inc. podría estrellarse, tal y como ha dicho estos días James S. Chanos, un inversor en fondos de inversión libre que ha amasado su fortuna prediciendo cosas malas (como el colapso de Enron) donde casi todo el mundo veía tan sólo un futuro prometedor.

También está, por supuesto, la pregunta de cómo asimilar el impacto medioambiental de millones y millones de coches nuevos inundando las calles chinas cada año y eructando CO2 a la atmósfera.Pero hasta ese momento, GM intentará sacar partido a sus ganancias tempranas en China. Este año prevé introducir 10 nuevos productos en el país, incluyendo una furgoneta que ha sido rediseñada. También actualizará los modelos de la gama que ya tiene en el mercado, desde versiones más modernas de su compacto HRV a su popular Buick Excelle.

¿Cómo se decía en chino mandarín "lo siento, Detroit"?

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