"Donde dije digo, digo Diego". Esta conocida frase se le podría aplicar al exministro de Economía y exvicepresidente del Gobierno durante los mandatos de José María Aznar. Si echamos mano de hemeroteca, podemos ver a un exultante Rodrigo Rato, en marzo de 2004, alardeando de luchar contra el fraude y de que en las únicas legislaturas en las que no había habido amnistías fiscales habían sido las del PP.
Ocho años después, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobaba la ley de amnistía fiscal a la que se han acogido muchos rostros conocidos que tienen que ver con la política y las instituciones públicas.
En dicho vídeo, que recogía una entrevista a Rato a tan sólo diez días de las elecciones generales de marzo de 2004, el exministro de Economía presumía de que aunque el PP bajaba los impuestos, no permitía el "borrón y cuenta nueva". Su mensaje iba más allá, y el subconsciente le jugó una mala pasada: "Gobernando el Partido Popular no va a haber gorrón, borrón ni cuenta nueva".
La amnistía fiscal, que tanto rechazaba Rato, se ha convertido en su talón de Aquiles. Esta vía se usa para regularizar el dinero no declarado en su día, abonando un tipo del 10% sobre la renta no prescrita. Así las cosas, aunque la ley es lícita, ha levantado las sospechas de la Agencia Tributaria en el caso del exministro, por haberse acogido a ella para cometer un posible delito de blanqueo de capitales.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios