La moneda había iniciado la jornada con una leve valorización de 0,87% hacia las 12H40 GMT, pero rápidamente comenzó a perder terreno para anotar nuevos mínimos desde que entró en circulación en 1994.
Golpeado por la crisis política y la recesión económica en Brasil, el real cruzó el martes la marca de los 4 reales y se derrumbó al cierre a los 4,054 por billete verde.
Para contener el real, esta semana el Banco Central ha promovido subastas de venta directa de dólares además de los programas de venta futura que ya realiza hace tiempo.
"Difícil, imposible fijar qué nivel tendrá aquí o allá", comentó el miércoles el ministro de Hacienda brasileño Joaquim Levy, que sin embargo apostó por "una mayor estabilidad" del mercado a medida que avancen las medidas de ajuste fiscal que el gobierno está impulsando.
Analistas sin embargo alertan que esas medidas no serán fácilmente aprobadas en el Congreso.
En las últimas semanas el real ya venía hundiéndose a sus mínimos históricos desde octubre de 2002. Nunca había caído tanto desde entonces, cuando el nerviosismo se apoderó del mercado ante la inminente victoria del izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva a la presidencia.
Séptima economía mundial, Brasil enfrenta actualmente un complejo escenario donde se mezclan recesión económica, elevada inflación y alza del desempleo. La popularidad del gobierno de Dilma Rousseff está por el suelo y eso le resta fuerza para aprobar el crucial plan de austeridad fiscal en un Congreso que da muestras de rebeldía.
Hace dos semanas Brasil perdió además el grado de inversión a manos de la agencia internacional S&P, mientras el mercado y analistas esperan nuevas rebajas de parte de otras agencias de calificación.
El gobierno revisó el martes de noche nuevamente a la baja la estimación del PIB para este año, y ahora cree que la contracción llegará a 2,44%, en vez del 1,49% estimado anteriormente.
Con la caída de este miércoles el real acumula una pérdida de 35,7% en lo que va del año. Analistas prevén que el real seguirá debilitándose ante el dólar.
En 2014, la moneda brasileña cerró con una desvalorización de 13%.
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