Restaura tira la toalla y entra en concurso de acreedores por segunda vez

  • Restaura, una de las inmobiliarias que pertenecen al grupo selecto del G-14, ha tirado la toalla en la lucha por sobrevivir en el mercado. La compañía catalana, especializada en la rehabilitación de edificios y centros urbanos, ha pedido el concurso de acreedores con un pasivo de 340 millones de euros, tras fracasar las negociaciones con los bancos acreedores 
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Carmen Canfrán

Continúan las caídas en el abismo de las inmobiliarias. Restaura, una de las empresas que pertenecen al grupo selecto del G-14, ha tirado la toalla en la lucha por sobrevivir en el mercado. La compañía catalana ha pedido a los juzgados de Barcelona entrar en concurso de acreedores voluntario con un pasivo que ronda los 340 millones de euros. 

A través de un hecho relevante que una de sus filiales ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa dirigida por Xavier Solano ha decidido acogerse al beneficio de la Ley Concursal ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con las entidades financieras acreedoras para resolver su problema de la deuda.

¿Cómo ha llegado a esta situación? La escasez de crédito, la ausencia de ventas y la falta del compromiso del principal inversor, la firma francesa Foncière Colbert Finance, de la inmobiliaria han sido los principales ingredientes que han llevado al grupo Restaura a solicitar el proceso concursal.

Antes de solicitar el proceso concursal, la compañía centró sus esfuerzos en aligerar su endeudamiento con la venta de edificios. De hecho, esos esfuerzos han dado sus frutos, ya que la deuda financiera se ha rebajado un 60%, pero no ha sido suficiente para salvarse de la quema concursal. 

¿Cuál será el siguiente paso? A partir de ahora, la inmobiliaria inicia un periodo de negociaciones para alcanzar un acuerdo de acreedores definitivo que permita la viabilidad futura de la compañía. En ese marco de conversaciones, la empresa no descarta la entrada de algún fondo de inversión internacional.

Repite la experiencia concursal

No es la primera vez que Restaura entra en concurso de acreedores. En 2008, la matriz del grupo probó los beneficios de la Ley Concursal al entrar en la primera oleada de concursos que se produjeron en el sector. En ese momento, su pasivo ascendía a más de 230 millones de euros, pero el diseño de un buen plan de viabilidad, le permitió salir de ese proceso al año siguiente.

Aunque estaba libre del concurso de acreedores, la inmobiliaria seguía trabajando para crear liquidez y pagar sus deudas a las entidades financieras. Para conseguir este fin, la compañía vendió tres edificios en París a un grupo inversor. Una operación que le concedió una píldora de liquidez de más de 50 millones de euros.

A finales de 2010, la firma francesa Foncière Colbert Finance llamó a la puerta de la compañía fundada por la familia Solano. Esa visita fue fructuosa, ya que el invitado francés firmó un acuerdo con los propietarios por el que adquiría el 70% del capital social por un importe simbólico a cambio de asumir la deuda e inyectar dinero a la caja.

El problema ha llegado cuando el nuevo dueño no ha alcanzado un acuerdo con las entidades financieras y tampoco ha cumplido con sus compromisos iniciales, es decir, no ha extendido el cheque de 25 millones de euros para la caja de Restaura. Ante esta situación, el patriarca Xavier Solano ha tomado las riendas de la situación.

No obstante, el primer ejecutivo y fundador de la inmobiliaria tiene plena confianza en lograr un acuerdo con la banca acreedora y sacar adelante la compañía. "Restaura tiene una cartera de activos de máxima calidad y un plan de negocio que, con el adecuado apoyo financiero, garantizan el desarrollo futuro de la empresa", ha señalado Solano.

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