Restoy destaca que hasta ahora no ha prosperado ningún recurso contra el FROB

Madrid, 4 jun.- El presidente del fondo de rescate español (FROB), Fernando Restoy, ha defendido hoy el trabajo llevado a cabo por el organismo en la reestructuración financiera y ha puesto como ejemplo que ninguna de las decisiones tomadas ha sido impugnada con éxito hasta la fecha en los tribunales de justicia.

Todas las acciones de resolución se han tomado con mucho cuidado, ha asegurado el también subgobernador del Banco de España, quien ha añadido que el FROB se ha enfrentado "hasta ahora" a un litigio muy limitado y además ninguna decisión ha prosperado.

Durante la clausura de una jornada sobre los retos del sistema de resolución bancaria, Restoy ha recordado que España aprobó desde 2012 una reforma legislativa relativamente ambiciosa que anticipó muchas de las principales características del mecanismo único de resolución bancaria.

Ese nuevo marco legal permitió a las autoridades españolas avanzar en la reestructuración del sector con el rescate de cinco entidades y el apoyo de cuatro más, lo que supuso importantes pérdidas para sus accionistas y también para los tenedores de deuda subordinada y participaciones preferentes.

Además, ha añadido, a los nueve grupos bancarios que recibieron ayudas se les obligó a transferir sus activos problemáticos a una sociedad, Sareb, conocida coloquialmente como el banco malo.

Pero las competencias del FROB van más allá, pues el organismo cuenta con nuevos poderes de resolución que ejerció recientemente con la intervención de una pequeña caja rural que era inviable y su posterior subasta exprés.

"Todo el proceso se llevó a cabo en aproximadamente 24 horas y no supuso ningún coste para los depositantes, acreedores e incluso los tenedores de instrumentos de capital", ha subrayado Restoy.

Por todo ello se ha mostrado convencido de que la reciente experiencia española puede servir de ejemplo de debate en la Unión Europea y el resto del mundo después de que el país haya llevado a cabo una reestructuración de su sistema financiero sin un marco claro de resolución europea.

A juicio del subgobernador, la experiencia española también ha servido para garantizar que debe existir una base apropiada de inversores, pues en el caso de España la recapitalización de los instrumentos de deuda subordinada conllevó una complejidad adicional significativo al encontrarse en manos de inversores minoristas.

Tras la petición de la ayuda financiera, España se vio obligada a convertir participaciones preferentes y deuda subordinada en capital y aplicar grandes descuentos, lo que supuso pérdidas para miles de ahorradores.

Esto no sólo genera un problema social importante, sino que también redujo el valor de las franquicias, lo que agravó la fragilidad de las instituciones que necesitaron ayudas públicas y demostró que determinados productos a veces fueron mal vendidos a clientes que no pudieron entender el riesgo que conllevan.

Las posibles infracciones en la comercialización de estos productos está siendo investigada por el regulador bursátil y los tribunales de justicia y queda esperar que en Europa se endurezca la regulación y se refuercen los controles sobre la venta de instrumentos complejos, ha explicado.