Ricardo Lop dejó el tractor para vender cuchillos en internet a 100 países

  • El turolense Ricardo Lop podría ser el protagonista de una campaña publicitaria en favor del emprendimiento, ya que su historia, la de un agricultor que creó una web de cuchillos en internet que vende a más de 100 países, es un ejemplo del espíritu emprendedor tan necesario en estos tiempos.

José Castán

Madrid, 7 jul.- El turolense Ricardo Lop podría ser el protagonista de una campaña publicitaria en favor del emprendimiento, ya que su historia, la de un agricultor que creó una web de cuchillos en internet que vende a más de 100 países, es un ejemplo del espíritu emprendedor tan necesario en estos tiempos.

La aventura de este labrador de Castelserás se inició en 1998 cuando dio un giro a su vida atraído por el nuevo mundo que descubrió dando un curso de correo electrónico, explica a Efe este agricultor reciclado al comercio electrónico.

"Me empezaron a aparecer imágenes en la pantalla de venta de todo tipo de productos y me chocó mucho porque aquí, la poca gente que hay, se tiene que marchar a comprar a Zaragoza o Lérida" y, en cambio, con "este chisme la gente compraba lo que quería".

El efecto que le causó internet fue inminente. "Decidí sobre la marcha realizar una página web para vender, pero sin saber el qué", luego fue a la armería que tiene su hermano, donde "vi un catálogo de cuchillos y me decidí".

Sin un estudio de mercado ni nada parecido, Lop encargó su página web a la persona que le había dado su primer curso de internet, que "me la dejó con 30 productos".

"Pensé que por inspiración divina me empezarían a llegar los pedidos a chorros al día siguiente".

Pero, no fue así. Ahora reconoce que fue una manera "desastrosa" de empezar, por lo que después de varias semanas sin recibir ninguna venta, "el informático me dijo que había que dar de alta la web en los buscadores y así lo hizo".

Al final llegó su primer pedido, lo que "me supuso una alegría tan grande, casi como el día que nació mi hija mayor, fue una cosa tremenda".

De ahí, otro a los 15 días, cada vez "fueron llegando más y así hasta que "a los tres años empezamos a ingresar más que a gastar en este invento".

Su espaldarazo definitivo llegó gracias a la Cámara de Comercio de Teruel que "nos escogieron para un programa de asesoramiento", posiblemente "les parecimos algo exóticos" entre tanta empresa en la provincia dedicada al jamón y al aceite.

De esta forma, el negocio de Ricardo Lop cambió, "se empezó a mejorar todo, a hacer las cosas de forma más profesional, aunque tampoco demasiado".

Desde entonces, Aceros de Hispania no deja de crecer, disponen de un local en Castelserás, con unas 15.000 visitas diarias a su página y 40.000 clientes procedentes de más de 100 países.

Reconoce que su empresa "tenía todas las papeletas para fracasar, sin nociones de informática ni de idiomas", pero que "la constancia, la determinación y las horas de trabajo" le han llevado al éxito.

A todo ello suma "la visión global de negocio", ya que "nunca pensé en abrir una tienda para vender en Zaragoza o sólo en España, sino para hacerlo a cualquiera dispuesto a pagar".

Reconoce que una de las cuestiones que ha aprendido es el de romper con las "barreras mentales" que surgen cuando crees que un producto no va a tener interés y no lo incluyes en tu catálogo.

"Hay que darse cuenta que la gente hace lo que le da la gana y compra cosas que tú nunca compararías", cuestión en la que menciona, como ejemplo, la venta de perdigones a clientes de la India, Pakistán y Sudáfrica. "Una caja que vale dos euros y que la gente está dispuesta a pagar 29 euros de portes".

Por eso, insiste, "no decidas tú por el cliente. Él es el que lleva la Visa, entonces manda él".

No obstante, Lop siempre recuerda su decisión de no incluir en el catálogo las espadas de El Señor de los Anillos debido a que no le gustaban.

Con el paso del tiempo sus empleados le convencieron y "una vez que las pusimos en la web, se vendían a chorros y eso que fue después de que estrenasen la película. La venta que habríamos hecho si la hubiera puesto desde el principio me la comí por membrillo".

Ahora Lop está muy solicitado, desde toda España le reclaman para que cuente a los nuevos emprendedores su experiencia, y él lo hace tal cual, con todo lo bueno, pero también con todos sus errores.

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