Barcelona.- La crisis de Cacaolat, controlada por Nueva Rumasa, se está agravando tras la presentación del concurso de acreedores, con demanda de embargo de su sede en Barcelona y con la retirada del popular batido de los supermercados, al dejar de contar con los envases por culpa de la crisis del grupo.
Según publica hoy Expansión, el fondo inmobiliario Proactiva BCN-La Marina ha presentado una demanda de desahucio contra Clesa, también controlada por el grupo de la familia Ruiz Mateos, por el impago del alquiler de la planta de Cacaolat en Barcelona.
Proactiva compró en 2007 la planta a Clesa por 97 millones con el compromiso de que Cacaolat se quedaba como inquilino, pero con la crisis el fabricante de batidos ha dejado de pagar el alquiler.
Además, Proactiva reclama a Clesa un total de 42 millones de euros que Clesa todavía no ha abonado por el pago de aquella operación inmobiliaria.
Para mayor problema, según publica La Vanguardia, como Clesa está paralizada, Cacaolat ha dejado de contar con los envases en 'tetabrik' que le fabricaba la otra empresa del grupo Nueva Rumasa, con lo que dejará de venderse en supermercados.
El plan de Cacaolat, que se encuentra en situación concursal, pasa por centrarse en batidos para la hostelería que distribuye en envases de vidrio retornables.
Además, Cacaolat presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal de seis meses que afectará a los 106 trabajadores de la planta de Zaragoza Utebo.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios