El mundo desconfía de España. Mes tras mes las estadísticas del Banco de España y del Tesoro Público muestran una persistente retirada de capitales en inversiones en valores de renta fija y variable españoles hacia otros mercados seguramente percibidos como más seguros.
El último hito en este proceso lo ha proporcionado la actualización de la estadística de tenedores de deuda estatal que mensualmente publica el Banco de España. Según los datos del banco central, el volumen de deuda del Estado en manos de inversores foráneos se redujo hasta 194.573 millones de euros el pasado mes de julio tras experimentar una nueva caída de 8.698 millones en ese mes.
En lo que va de año, el capital no residente se ha desprendido de deuda del Estado por valor de 86.866 millones de euros, algo más de un 8% del PIB. Una salida de capitales que ha sido compensada casi exclusivamente por la mayor actividad de las entidades de crédito en los mercados de renta fija.
La desconfianza del segmento de inversores de origen foráneo en la deuda soberana española ha conducido a la menor participación de no residentes en la propiedad de la deuda estatal en 13 años, apenas un tercio de la deuda total, el 34%. Desde 1999, el capital extranjero no poseía un porcentaje inferior sobre el volumen total de la deuda del Estado.
Otro dato también significativo es que hacía cuatro años, desde 1999, que el volumen de deuda en manos de extranjeros no caía por debajo de los 200.000 millones de euros.
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