Supervisora de JP Morgan se exculpa por las pérdidas de "ballena de Londres"

  • Ina Drew, supervisora directa de la división londinense de JPMorgan Chase responsable del escándalo de las pérdidas de más de 6.200 millones de dólares, reconoció hoy ante el Senado estadounidense que "las cosas salieron terriblemente mal", pero evitó asumir responsabilidades.

Washington, 15 mar.- Ina Drew, supervisora directa de la división londinense de JPMorgan Chase responsable del escándalo de las pérdidas de más de 6.200 millones de dólares, reconoció hoy ante el Senado estadounidense que "las cosas salieron terriblemente mal", pero evitó asumir responsabilidades.

Drew indicó que no tuvo conocimiento de los manejos de corredor de bolsa Bruno Iksil, conocido como "la ballena de Londres", hasta marzo de 2012, cuando el español Javier Martín-Artajo, otro de los "trader" de la oficina de inversiones (CIO, por sus siglas en inglés), le llamó la atención sobre las pérdidas.

En su testimonio ante el Senado, Drew, que abandonó JPMorgan en mayo tras el escándalo, aseguró que no se le informó de manera correcta sobre las posiciones de riesgo que se tomaban y que informaron a los analistas e inversores con la mejor información disponible, cuando comenzaron a conocerse los números negativos.

Drew aseguró que el "modelo de análisis de riesgo de la compañía era erróneo" y algunos miembros de su equipo no actuaron de "buena fe" al valorar el riesgo de algunas posiciones.

Asimismo, indicó que desde su abandono de JPMorgan, el mayor banco estadounidense, tuvo conocimiento de la "decepcionante conducta de los miembros del equipo de Londres" y dijo sentirse "profundamente decepcionada y triste" por esa actitud que traicionó a la compañía y a ella misma, una de las mujeres más poderosas de la City.

Ayer el subcomité de investigaciones encargado de investigar las prácticas que llevaron a tales pérdidas presentó un informe de conclusiones en el que indicó que JPMorgan Chase y su propio consejero delegado, James Dimon, intentaron esquivar a los reguladores, mintieron a los inversores y ocultaron las pérdidas.

Las pérdidas se produjeron por las operaciones de la CIO, la unidad de JPMorgan en Londres que se dedica a minimizar los riesgos del mercado y a invertir los excesos de fondos del banco.

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