'The Economist': Granados es un ejemplo de despilfarro público

  • El consejero de la Comunidad de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre ha sido elegido por la prestigiosa revista británica como un ejemplo del despilfarro de los políticos. Unas prebendas que se pagan con dinero público y que levantan todavía más ampollas con los tijeretazos que se están aplicando en toda Europa.
lainformacion.com

"Francisco Granados, un político conservador español, trabaja en un palacio modernizado, es vigilado en la calle por hombres con uniformes pintorescos (guardias civiles con sombreros de tres picos de charol) y en su despacho por cortes de ayudantes. Su coche de lujo espera en la plaza, vigilado por las palomas y el busto de un aristócrata muerto. En conjunto, ofrece un buen estudio del poder político que se ejerce en toda Europa todos los días".

Estas líneas corresponden a un artículo de The Economist. La prestigiosa revista británica ha elegido al consejero de la Comunidad de Madrid, mano derecha de Esperanza Aguirre, como un ejemplo del despilfarro de los políticos, ya que todas las prebendas descritas en el párrafo anterior se pagan con un famélico dinero público.

Para recuperar el músculo de las arcas estatales, España ha aprobado un plan de austeridad de 50.000 millones que, entre otras medidas, contempla reducir la nómina del sector público con una rebaja del 5% del sueldo de los funcionarios, la congelación de las pensiones y la reducción de nuevas ofertas de empleos en la Administración.

Este tijeretazo por abajo chirria cuando se mira cómo viven los de arribas, según The Economist. Y, aunque Granados haya sido elegido la máxima expresión de estos excesos, la revista británica hace una crítica generalizada a los altos cargos de todo el Viejo Continente. En Francia, por ejemplo, se mofa de la medida de ajuste anunciada por el ministro de Educación, que "ha empezado a decorar sus oficinas con flores artificiales", señala la revista.

No obstante, el centro de las críticas de The Economist está en España, un mercado que necesita urgentemente la reforma laboral y un recorte del personal público"si los políticos se atreven", apostilla. Y remata que la burocracia funcionarial coexiste con un 40% de desempleo juvenil, un escenario, en su opinión, insostenible y, por tanto, considera que las medidas anunciadas por el Gobierno no serán suficientes.

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