Titular del Banco Central argentino aboga por reformar la carta orgánica

  • La presidenta del Banco Central argentino, Mercedes Marcó del Pont, defendió hoy en el Parlamento el proyecto para reformar la carta orgánica de la autoridad monetaria y permitir así al Gobierno el uso de mayores reservas para el pago de deudas.

Buenos Aires, 7 mar.- La presidenta del Banco Central argentino, Mercedes Marcó del Pont, defendió hoy en el Parlamento el proyecto para reformar la carta orgánica de la autoridad monetaria y permitir así al Gobierno el uso de mayores reservas para el pago de deudas.

Ante el plenario de comisiones de Finanzas, Presupuesto y Legislación General de la Cámara de Diputados, la economista dijo que los bancos centrales fueron creados "no sólo para mantener la estabilidad de la moneda, sino también para financiar a los Estados".

Marcó del Pont dijo que "lo peor que puede ocurrir es que se acumulen reservas como un fin en sí mismo" y afirmó que el proyecto de reforma de la carta orgánica, enviado al Parlamento por la presidenta argentina, Cristina Fernández, le dará al Banco Central mayor poder para poder intervenir en la economía real mediante la reorientación del crédito.

La iniciativa, argumentó, "responde a los objetivos de un proyecto económico y social que ha modificado el patrón de crecimiento de la economía argentina".

Desde 2010, Argentina utiliza "reservas excedentes" del Banco Central -aquellas que excedan el ciento por ciento de la base monetaria- para cancelar compromisos de deuda con organismos crediticios.

Pero esos excedentes han sido prácticamente utilizados ya, después de que en los últimos dos años Argentina echara manos de unos 16.000 millones de dólares de reservas para honrar sus compromisos.

La iniciativa de reforma, enviada la semana pasada al Parlamento, prevé eliminar la actual obligación que tiene el Banco Central de mantener las reservas necesarias para respaldar la totalidad de la base monetaria.

Si el proyecto prospera en el Congreso, donde el oficialismo tiene mayoría en ambas cámaras, será el directorio del Banco Central el que establezca cuál debe ser el nivel adecuado de reservas y qué recursos podrán ser destinados al pago de deudas con organismos internacionales y también a saldar compromisos bilaterales, incluyendo la millonaria deuda de Argentina con el Club de París.

La iniciativa, que faculta además al Banco Central a regular y a orientar el crédito en el sistema financiero local, ha sido recibida con críticas por la oposición y economistas que aseguran que el Ejecutivo se ha quedado sin recursos para hacer frente a sus compromisos de deuda de este año y por eso necesita de las reservas.

"Ya se apoderaron de las reservas de libre disponibilidad, y ahora que el mal llamado 'modelo' se agota, buscan financiarse a costa de generar más inflación, sin importar la consecuencias macroeconómicas y para el futuro de los ciudadanos comunes", dijo el diputado radical Juan Casañas.

Para el diputado nacional del Frente Peronista (disidente) Eduardo Amadeo, "no se puede hacer malabarismo monetario en uno de los países más inestables del mundo y con el menor nivel de crédito de la región".

"Es probable que con este proyecto, el oficialismo quiera terminar con el resabio del neoliberalismo, pero eso no les quita la obligación ética y política de brindar a la sociedad argentina una clara indicación de cómo van a calcular el nivel óptimo de reservas", dijo Amadeo.

La ley de Presupuesto 2012 prevé que el Gobierno utilizará este año 5.674 millones de dólares de reservas para pagar deudas públicas.

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