UBS logra resultados sólidos en tercer trimestre pese al agujero financiero

  • El mayor banco helvético, el UBS, consiguió apuntalar su situación financiera en el tercer trimestre, con un beneficio atribuido de 830 millones de euros, a pesar del agujero financiero de 2.000 millones causado por las actividades no autorizadas de uno de sus agentes bursátiles en Londres.

Sara Gómez Armas

Ginebra, 25 oct.- El mayor banco helvético, el UBS, consiguió apuntalar su situación financiera en el tercer trimestre, con un beneficio atribuido de 830 millones de euros, a pesar del agujero financiero de 2.000 millones causado por las actividades no autorizadas de uno de sus agentes bursátiles en Londres.

Pese a la caída de los ingresos de un 11 %, hasta los 6.400 millones de francos (5.220 millones de euros), la entidad consolidó un aumento de su beneficio atribuido de un 0,29 % respecto al tercer trimestre del 2010, un incremento leve, pero mayor de lo pronosticado tras descubrirse el fraude hace poco más de un mes.

En septiembre se conoció un escándalo financiero, que además de obligar a dimitir al consejero delegado, Oswald Grüber, empañó aún más la ya castigada reputación de la entidad por el plan de despido de 3.500 trabajadores y la decisión de romper el secreto bancario y entregar a EEUU los datos de 4.500 presuntos evasores fiscales.

En los que han sido sus primeros resultados desde que se destapara el fraude, UBS registró unos beneficios antes de impuestos de 980 millones de francos (799 millones de euros), un 19 % más que en el mismo periodo de 2010, pero un 40 % menos que en el trimestre precedente, "debido a la caída de los ingresos por el incidente comercial no autorizado".

Pese a la moderación en los beneficios, motivada también por los gastos de reestructuración del banco, los resultados fueron mejores de lo esperado por la entidad, que en septiembre, tras descubrir el agujero, adelantó la posibilidad de que el tercer trimestre terminara con pérdidas.

En un comunicado remitido hoy a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EEUU, el UBS reconoció "deficiencias en los sistemas de control internos" de su banca de inversión, relativos a las confirmaciones y registros de las operaciones de valores de renta variable, lo que permitió las actividades irregulares de Kweku Adoboli, presunto responsable del fraude de 2.000 millones de euros.

Por el momento, Adoboli, de 31 años, permanece detenido a la espera del juicio por un presunto delito de abuso de confianza en Londres, donde la banca de inversión de UBS tiene su división de mercados bursátiles.

"Hemos tomado medidas para solucionar las deficiencias y las investigaciones sobre lo ocurrido están en marcha", señaló el nuevo consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, sustituto de Oswald Grübel, que dimitió el pasado 24 de septiembre para asumir la responsabilidad de las operaciones irregulares del "broker".

El banco puso en marcha una investigación, que hasta la fecha no ha depurado responsabilidades personales, pese a que los directores de la división de renta variable de la banca de inversión, Francois Gouws y Yassine Bouhara, también dimitieron a principios de mes.

Las dimisiones de Gouws y Bouhara han servido de momento para salvar el pellejo de su superior, el consejero delegado de la banca de inversión, Carsten Kengeter, aunque muchos analistas consideran que tenía que estar al corriente de lo sucedido, del mismo modo que el jefe de riesgos de la banca de inversión, Mark Sanborn.

A la espera de ver si la reestructuración de la banca de inversión anunciada para noviembre se cobra nuevas víctimas, Ermotti adelantó que "se reforzará la oferta de gestión de activos, reducirá los riesgos de la firma y mejorará los dividendos de los accionistas".

"Nuestros clientes y accionistas pueden tener la seguridad de que nuestras posiciones financieras y de capital siguen sólidas", subrayó el actual consejero delegado, que ocupa el puesto de manera temporal, pero que suena como firme candidato para suceder a Grübel de manera permanente.

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