Un joven de 17 años descubrió el agujero de Abengoa en enero en un trabajo de '10'

    • Pepe Baltá Aymar presentó el pasado enero un trabajo, de apenas 18 folios, en el que destapaba los múltiples problemas de la compañía. Recibió la máxima calificación.
    • Las consultoras no fueron capaces de detectarlo, pero Abengoa era un gigante con pies de barro. "Quizás debería haber dicho algo cuando lo descubrí", asegura el joven estudiante.
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Para la mayoría, era previsible que Abengoa entrase en preconcurso de acreedores, pero nadie lo anticipó como Pepe Baltá Aymar, un joven estudiante de 17 años. El joven, en su último año de Bachillerato en el Col.legi Viaró de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), presentó el pasado enero un trabajo en el que destapaba los múltiples problemas que hoy han dejado a la empresa de ingeniería y energía en la peor situación.

Como sus compañeros de clase y como trabajo puntuable encargado por su profesor de Economía, Juan Miguel Borda, Baltá Aymar tuvo que analizar las cuentas de una empresa del Ibex 35. Él analizó Abengoa y para su trabajo tuvo que aplicar todos los conocimientos adquiridos durante el curso.

Baltá eligió Abengoa porque el profesor ya les había facilitado información y porque las cuentas de la empresa eran accesibles en línea. En apenas 18 folios, el estudiante, que hoy cursa primero de Medicina, anticipó que la empresa era un gigante con pies de barro, algo que fueron capaces de detectar algunas consultoras. Su intención era aprobar, pero recibió un diez.

El joven comenzó su trabajo y rápidamente vio que lo que tenía delante no era bueno. "Era una empresa rara porque se alejaba de los modelos que habíamos estudiado", explica en La Vanguardia.

Cuando empezó a ver que algo no funcionaba entendió que quizás era normal. "Era muy grande, podía ser su forma de funcionar", argumenta.

El joven detectó crecimientos importantes en la deuda, que generarían problemas en un futuro no muy lejano y que podrían llevar a la empresa a la suspensión de pagos. Asegura que vio como el patrimonio neto era muy pequeño en relación al tamaño de la compañía, un pasivo corriente excesivo, falta de liquidez...

"Si alguien con un conocimiento tan básico ha podido ver lo que podía pasar, también deberían haber podido los otros", razona. Baltá explica que no se le pasó por la cabeza hacer llegar el trabajo a gente de Abengoa. "Quizás debería haber dicho algo. Cuando lo descubrí pensé que no era mi asunto, para algo están las auditoras pensé. Si no lo hacen ellas que cobran una millonada...", asegura el Baltá en La Vanguardia.

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