Una edición convulsa y singular da paso a la normalidad pero marca un hito en la competición

  • Valencia.- La 33 Copa del América, la más convulsa por el litigio judicial que la ha envuelto y la más singular por celebrarse en los multicascos tecnológicamente más avanzados, dará paso a una edición convencional pero ha marcado un hito en la historia de la competición.

El Alinghi promueve el talento de promesas suizas de vela y apoya al equipo olímpico
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Valencia.- La 33 Copa del América, la más convulsa por el litigio judicial que la ha envuelto y la más singular por celebrarse en los multicascos tecnológicamente más avanzados, dará paso a una edición convencional pero ha marcado un hito en la historia de la competición.

El triunfo del BMW-Oracle en Valencia frente al Alinghi ha puesto fin a una edición de la competición deportiva más antigua del mundo que se ha hecho esperar más de lo previsto, debido al contencioso que ha enfrentado a suizos y estadounidenses durante más de dos años y medios en los tribunales neoyorquinos.

Al poco de terminar la edición de 2007 en aguas de Valencia, el defensor ya había acordado una nueva celebración en la capital valenciana en 2009 con varios desafíos pero que se truncó por la demanda estadounidense, que consideraba que ni el protocolo firmado para la 33 edición ni el 'Challenger of record' elegido eran válidos.

Tras meses de litigios, en los que las resoluciones otorgaron la condición de primer equipo inscrito al BMW-Oracle, fueron los tribunales los que devolvieron la Copa a Valencia aunque en una edición especial marcada por el Deed of Gift -cuando hay falta de acuerdo- y que establecía un duelo al mejor de tres regatas.

A partir de ahora, los estadounidenses y su primer desafiante tienen la misión de organizar la 34 edición, que según han anunciado, volverá a contar con multitud de desafíos y tiene la intención de ser "la más popular de la historia".

Para la 33 edición, la elección del barco fue del desafiante y el equipo estadounidense eligió competir en multicascos de 90 pies, mientras que el defensor determinaba la sede y la fecha, ambas al final determinadas por los tribunales después de muchas idas y venidas de abogados a Nueva York, con el gasto que ha supuesto.

Los abogados se erigían en protagonistas mientras en la vertiente deportiva, las miradas se volvían hacia las embarcaciones, dos gigantes multicascos que han convertido la 33 Copa del América en la más espectacular por las imágenes que han ofrecido volando sobre sus patines en aguas valencianas.

Alinghi y BMW-Oracle, han puesto en liza, además del prestigio deportivo de ganar una competición en el agua y no en los tribunales, el desafío tecnológico más extremo jamás concebido en la navegación, gracias a las normas abiertas en diseño y construcción que reinaban en esta edición.

Con noventa pies (27 metros) de eslora, sesenta metros de alto y con una gran potencia y velocidades de hasta 30 nudos, el catamarán Alinghi 5 y el trimarán USA-17 han desafiado los diseños existentes para presentar modelos diferentes y extremos.

Con inversiones inconfesables de decenas de millones de euros, ambos equipos no han escatimado esfuerzos ni dinero para diseñar y construir el barco más rápido y aplicarle las mejores tecnologías.

Si desde sus orígenes la Copa del América siempre ha girado en torno a la tecnología, esta edición ha sido más que nunca el "sueño" de cualquier ingeniero y diseñador, pues han podido llevar a la realidad las teorías que engendra su imaginación.

Sin duda, la principal novedad tecnológicas en esta edición ha sido la vela rígida con la que sorprendió el trimarán estadounidense y que se ha convertido, según los protagonistas de ambos equipos, "en un arma poderosa y extraordinaria" que ha demostrado su "gran versatilidad" en cualquier rango de viento.

Esta innovadora ala, mayor que la de un Boeing 747 e incluso de un Airbus 380 y una superficie de 650 metros cuadrados, ha mejorado las prestaciones y maniobrabilidad del barco estadounidense para contribuir a su victoria.

Con sus respectivas apuestas, Alinghi y BMW-Oracle han protagonizado también una batalla tecnológica sin precedentes, que marcará un hito en esta competición, cuyo objetivo es construir la nave más rápida que permita la conquista de este 'grial del mar' que es la Jarra de las Cien Guineas.

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