Una publicación homenajea a los "superhéroes" migrantes en Estados Unidos

México, 20 jul.- Una publicación con fotografías de la mexicana Dulce Pinzón, titulada "La verdadera historia de los superhéroes", homenajea a los migrantes latinoamericanos que desde Estados Unidos ayudan económicamente a sus familias y comunidades.

"El objetivo principal de esta serie es homenajear al hombre ordinario, que sin ningún poder supernatural logra que su comunidad sobreviva", aseguró a Efe la autora de esta obra publicada con apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

La serie, que incluye retratos de las personas que desde los Estados Unidos contribuyen económicamente con sus comunidades a través de las remesas, recuerda la "importante fuerza económica" de este colectivo en el desarrollo de los países.

Los protagonistas, según explicó Pinzón, aparecen vestidos con los trajes de los superhéroes de la cultura pop norteamericana y la cultura popular mexicana, ya que la fotógrafa quiso adentrarse así en un "concepto moderno" que cambió tras los atentados de 2001.

"A partir del 11 de septiembre la noción del héroe resurgió en gran parte impulsada por la necesidad de reconocer la labor de gente que sacrificó su vida o que tuvo el valor de enfrentar situaciones de peligro", indicó.

Le llamó la atención cómo tras estos atentados los medios de comunicación le prestaron especial atención a la gente que estaba ayudando a reconstruir Nueva York y la nación, pero estaban olvidando a los "más invisibles, los inmigrantes".

"Vi la gran necesidad de reconocer la labor y los logros de los inmigrantes latinos que no solo trabajan, pagan impuestos y tienen los puestos de trabajo con los salarios más bajos, sino que también se las arreglan para enviar dinero a sus comunidades", dijo.

Para la artista, los valores de heroicidad no solamente están en la gente "a partir de una desgracia o una emergencia", sino también en aquellas personas que "día a día sacrifican parte de sus vidas para mejorar su realidad y afectar positivamente las de los otros".

Recordó que un superhéroe en el contexto de la cultura pop exige que un determinado personaje tenga un "poder extrahumano" para salvar y proteger a los demás, algo que en la realidad puede traducirse en la capacidad de supervivencia y sacrificio.

"Traducido a la vida cotidiana, por ejemplo, puede ser la capacidad de supervivencia en condiciones extremas, que pueden ser laborales o climáticas, la capacidad de sacrificarse para ayudar a los seres queridos(...)", aseveró.

Retratados en su lugar de trabajo, cada instantánea incluye un breve texto con el nombre del protagonista, el de su comunidad de origen, la cantidad de dinero que manda cada semana a sus familias y cuánto tiempo lleva trabajando en Nueva York, ciudad en la que se desarrollaron las sesiones fotográficas.

Pinzón, quien también se fue a Nueva York cuanto tenía 19 años, quiso con estas obras realizadas a lo largo de siete años rendir tributo a aquellos hombres y mujeres normales que "sin afán de reconocimiento" generan bienestar económico y social.

"Su labor permanece sin ser conocida a pesar de las cifras monetarias que representan para el país expulsor y el país que los acoge, (...) siguen siendo el tema de un debate binacional incómodo", añadió.

En cuanto a las dificultades a la hora de realizar las fotografías, Pinzón resaltó la necesidad de aprender a dirigir más "eficientemente" las tomas, dadas las circunstancias en las que se hizo el proyecto, "ya que se trata de personas reales en sus trabajos cotidianos y no modelos posando".

Agregó que la mayoría de los "superhéroes" son antiguos alumnos suyos, trabajadores a los que ayudó a mejorar sus condiciones de trabajo o personas que se cruzaron en su camino durante su etapa como maestra, organizadora sindical y estudiante de derecho laboral.

La autora confía en que este trabajo "pueda crear una reflexión amable de un tema tan antiguo y recurrente entre las naciones".