Uruguay recupera símbolo de su "Belle Epoque" con reapertura de Hotel-Casino

  • Uruguay recuperó hoy uno de sus mayores símbolos de la "Belle Epoque" con la reapertura del Hotel-Casino de Carrasco, una lujosa y multimillonaria iniciativa con la que el país pretende convertirse en destino para el turismo de lujo.

Montevideo, 7 mar.- Uruguay recuperó hoy uno de sus mayores símbolos de la "Belle Epoque" con la reapertura del Hotel-Casino de Carrasco, una lujosa y multimillonaria iniciativa con la que el país pretende convertirse en destino para el turismo de lujo.

Cerca de un millar de invitados, entre los que se encontraban las altas autoridades del Estado participaron en una ceremonia de inauguración que contó actuaciones en vivo de la Orquesta Filarmónica de Montevideo y del Ballet Nacional dirigido por Julio Bocca, en un evento que fue transmitido en directo por la televisión pública.

El nuevo hotel, que se conocerá como Hotel Casino-Spa Sofitel Carrasco Spa, será operado por un consorcio formado por la cadena hotelera francesa Sofitel y la empresa española Codere, que será la encargada de gestionar las mesas de juego tras ganar el concurso público para hacerse cargo de la rehabilitación del edificio en el año 2009.

Según dijo el vicepresidente Astori durante la inauguración, con esta nueva apertura "Uruguay está de fiesta", fundamentalmente por haber "recuperado una joya del patrimonio histórico nacional", lo que constituye además "una demostración de la fortaleza cultural" del país.

Por su parte, la intendenta Olivera destacó la importancia del nuevo hotel tanto desde "la razón" como desde "lo emotivo", al poner de nuevo en valor "una parte de la identidad" de los uruguayos.

El hotel original, cuya piedra fundacional se puso en 1913, fue con sus arañas de bronce y cristal, cortinas de seda, suelos de madera de roble, paredes chapadas en oro, grandes lienzos de mármol de Carrara y tapizados de cuero de búfalo, la referencia del lujo en el país hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Allí se alojaron entre otras muchas personalidades Albert Einstein, quien visitó el país en 1925 y el poeta Federico García Lorca, quien escribió allí parte de su obra teatral "Yerma".

Tras años de decadencia a partir de los años 60, el hotel cerró sus puertas en el año 1997 y desde entonces languideció pese a haber sido declarado patrimonio nacional por su arquitectura francesa en 1975.

Para recuperar el edificio, los accionistas invirtieron cerca de 80 millones de dólares con la intención de conjugar "el clasicismo y la modernidad" y mezclar el "lujo francés con las tradiciones uruguayas".

En su nueva versión, el hotel cuenta con 93 habitaciones y 23 suites, una de ellas de 400 metros cuadrados y con mayordomo incorporado en la que costará alojarse unos 10.000 dólares por noche.

Además, el hotel tiene una piscina cerrada y otra al aire libre, un spa, salas de conferencias, restaurantes y bares, además del casino que tendrá 23 mesas de juego y una sala VIP para los clientes especiales.

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