¿Y por qué no África? Las pymes cruzan el Estrecho

  • La crisis aprieta y España se queda pequeña. Las pymes están dando el salto a los mercados emergentes. Naxan, una consultora especializada sobre todo en África, abre el camino a las empresas en estos nuevos mercados.
E.Utrera

¿Ha pensado en exportar conservas, abrir un negocio de formación en peluquería o construir viviendas sociales en África? Lo que en tiempos de bonanza económica en España y en el resto de Europa podía parecer poco menos que una aventura, es hoy una opción más que razonable para las pymes españolas que quieren dar el salto internacional.

Una veintena de compañía ya lo han hecho este año de la mano de Naxan. La consultora, especializada en ofrecer servicios a las pymes en países emergentes, actúa como un departamento externo de internacionalización.

“Elaboramos la estrategia comercial y buscamos los mejores destinos para los productos. Tenemos gente en Dakar, Ghana o Costa de Marfil. Conocemos el terreno”, explica el primer ejecutivo da Naxan, Eduardo Sanzol, que dice que el objetivo número uno es que “el cliente venda en Angola igual que en Cuenca”.

Pero la consultora va más allá. Cuenta con un departamento de corporate que apoya los proyectos de las compañías. “Dimensionamos las ideas de las pymes y a veces salimos al mercado a la búsqueda de inversores que quieran participar en los proyectos”, dice Sanzol.

Pero advierte que África, aunque crece a un ritmo muy superior al del resto de las economías y sufre menos la crisis por su dependencia del sector primario –es decir, las actividades económicas que transforman los recursos naturales en productos primarios no elaborados-, no es el nuevo Eldorado para todas las pymes.

“No podemos ayudar a todas las empresas. La internacionalización requiere tiempo, dinero y dimensión”. Y también excluye la posibilidad de un pelotazo rápido, a la desesperada.“Hay quien te quiere meter en operaciones muy rápidas. Pero el que quiera hacer dinero fácil, no lo conseguirá en estos mercados”.

Naxan, que nace del conocimiento que sus ejecutivos tienen del mercado africano, especialmente de Angola, y que ahora está dando sus primeros pasos en Brasil y Chile, cree que África representa un mundo de posibilidades. “En todo África hay una gran necesidad de vivienda social. Para cualquier empresa de material de construcción hay una gran oportunidad”.

Es sólo un ejemplo en un continente formado por 53 países en el que es clave comprender y adaptarse a sus distintos marcos fiscales. Sanzol asegura que “por razones fiscales, hay empresas españolas que han deslocalizado y llevado a África una parte de su negocio. Es un atractivo más de dar el salto”.

Riesgos y ventajas de África

Para el primer ejecutivo de Naxan, África no se merece el sambenito de continente con un bajo índice de seguridad tanto personal como jurídica.“La primera es muy alta en los países donde estamos. En los más conflictivos no tenemos presencia. Para garantizar la seguridad de los negocios de las empresas utilizamos todos los instrumentos de garantía que hay en el mercado, empezando por los seguros de importación”.

Respecto al período de maduración de los negocios, Sanzol señala que en los proyectos singulares en los que se implican los gobiernos centrales –por ejemplo de energías renovables-, puede alcanzar el año. En los más pequeños, la media es de unos cuatro o cinco meses.

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