Zapatero afirma que le encantaría un pacto estable con el PNV

  • Madrid.- El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado hoy que le encantaría tener un pacto estable con el PNV en el Congreso, pero ha advertido de que es "cosa de dos" y ha explicado que si busca también el apoyo de otros grupos no es por deslealtad, sino por "falta de profundidad en el amor".

El PNV critica la falta de novedades y el diagnóstico "irreconocible" de la realidad
El PNV critica la falta de novedades y el diagnóstico "irreconocible" de la realidad

Madrid.- El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha afirmado hoy que le encantaría tener un pacto estable con el PNV en el Congreso, pero ha advertido de que es "cosa de dos" y ha explicado que si busca también el apoyo de otros grupos no es por deslealtad, sino por "falta de profundidad en el amor".

Zapatero ha bromeado al responder el debate sobre el estado de la nación al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien se puede convertir en su único salvavidas para aprobar los próximos presupuestos generales del estado.

No ha escatimado elogios a la actitud de responsabilidad de los nacionalistas vascos, a quienes ha asegurado que la fórmula de la geometría variable no es una elección, sino una obligación para gobernar porque ningún grupo quiso apoyar su investidura.

A pesar de ello, ha subrayado que siempre ha cumplido "todos y cada uno" de sus compromisos con el PNV y ha mostrado su disposición a culminar la transferencia a Euskadi de las políticas activas de empleo, una de sus principales reivindicaciones.

Tras recordar que el Gobierno ha cumplido también con el blindaje del Concierto económico vasco, Zapatero ha elogiado el "trascendente" apoyo que dio el PNV a los presupuestos para 2010 y ha garantizado la voluntad de diálogo del Gobierno con ese grupo.

Ante las críticas de Erkoreka a la gestión de la crisis económica, el jefe del Ejecutivo ha estimado que no ha habido giro en su discurso, sino una adaptación a las circunstancias y un reconocimiento de la necesidad de acelerar la reducción del déficit, lo que exige tomar medidas difíciles.

Para Zapatero además, la huelga general convocada por los sindicatos contra la reforma laboral no certifica el fin de la política social de un Gobierno que ha incrementado el gasto en políticas sociales en un 50 por ciento.

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