Harare, 19 ago.- El Gobierno de Zimbabue ha dado un ultimátum de dos semanas a once empresas extranjeras para cumplir con la ley de "indigenización", porque de lo contrario podrían ser nacionalizadas, informó hoy el diario estatal "The Herald".
Esa legislación obliga a que las empresas con un capital superior a medio millón de dólares sean en un 51 por ciento propiedad de negros zimbabuenses.
De ese modo, los inversores extranjeros o los blancos zimbabuenses tendrán que vender o ceder el 51 por ciento de su capital.
Las once compañías incluyen las filiales de los bancos británicos Barclays y Standard Chartered Bank, de la minera anglo-australiana Rio Tinto y del gigante suizo de la alimentación Nestlé.
Esa empresas están acusadas de no presentar un plan "aceptable" para ceder la mayoría accionarial a negros zimbabuenses en los próximos cinco años, según el periódico, que cita como fuente a un funcionario del Ministerio de Indigenización.
"Si las compañías no cumplen con los planes de indigenización, se tomarán medidas para cancelar sus licencias y el Estado las adquirirá", dijo el funcionario, cuyo nombre no divulga "The Herald".
La polémica ley de indigenización está promovida por el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF), que comparte un Gobierno de coalición con el primer ministro, Morgan Tsvangirai, del Movimiento por el Cambio Democrático.
Tsvangirai considera, por contra, que esa política amenaza las perspectivas de recuperación económica del país surafricano.
Mugabe, al frente de la ZANU-PF, gobernó el país en solitario y de forma autoritaria desde la independencia del Reino Unido, en 1980, hasta la alianza con el Movimiento por el Cambio Democrático de Tsvangirai en 2009.
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