La recuperación económica tras la Covid-19 debe basarse en una actividad sostenible, según advirtieron los participantes en el Foro Naturgy sobre “el compromiso medioambiental de las empresas”, organizado por La Información, que coincidieron en que cualquier estrategia empresarial debe tener en cuenta el cambio climático para ser viable. En el encuentro participaron Eduardo González, subdirector general de Coordinación de Acciones frente al Cambio Climático (Oficina Española de Cambio Climático); Amado Gil, responsable corporativo de Cambio Climático de Naturgy; Clara Bazán, directora corporativa de Sostenibilidad de Mapfre; y Juan Antonio López, director de Medio Ambiente de Estrella Damm.
El responsable del Ministerio de Transición Ecológica, Eduardo González, recordó que los retos medioambientales y climáticos son desafíos relevantes a medio y largo plazo, que afectan transversalmente a todos los sectores de la sociedad, y afirmó que las empresas juegan en ello “un papel importantísimo como proveedoras de productos y servicios que sean compatibles con lo que la sociedad demanda”. Un compromiso que ya está mayoritariamente presente en las grandes empresas, pero que debe “extenderse también a las pequeñas y medianas”.
González explicó que la recuperación tras la Covid-19 requerirá de “inversiones muy importantes, que deben ir en la dirección correcta, generando actividad económica, empleo y oportunidades de negocio”. Y, en este sentido, advirtió de que “no podemos desperdiciar recursos en modelos antiguos, sino poner el énfasis en diseñar incentivos alineados con los objetivos que tenemos que conseguir a largo plazo”.
Entre las iniciativas regulatorias en las que el Gobierno ha seguido trabajando durante el periodo de confinamiento, se refirió al proyecto de ley de Cambio Climático, la presentación a nivel europeo del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que fija ya la senda hacia 2030 en materia energética, y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. “Y ahora estamos trabajando para complementar el Plan Integrado con una estrategia a largo plazo que dé una visibilidad de a donde tenemos que llegar a final de siglo. El gran reto aquí es alcanzar la neutralidad en emisiones”, puntualizó.
La transición energética como oportunidad
Amado Gil aseguró que en Naturgy entienden que no habrá desarrollo económico si éste no es sostenible y añadió que, en este sentido, ven la transición energética como una oportunidad. “Así lo demuestra nuestro plan estratégico 2018-2022, con el anuncio del abandono de las centrales térmicas de carbón y la apuesta por las energías renovables y el gas natural como grandes protagonistas de la transición energética, así como el desarrollo también de los gases renovables, con una visión de futuro de redes integrales de gas y electricidad renovables”.
El plan estratégico de Naturgy recoge la intención de triplicar su potencia instalada en energías renovables (eólica y solar) en cinco años. Además, la compañía “ha alineado sus objetivos con la ciencia para no superar en 1,5 grados centígrados la temperatura media global”, prevé una reducción de sus emisiones del 22% en solo cinco años, y cuenta con “un sistema de gobernanza para la comisión de sostenibilidad, que reporta al consejo de administración para asegurar que cualquier decisión e inversión que se tome esté alineada con la transición energética”. En 2019 Naturgy logró reducir sus emisiones directas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en un 16%.
Para Clara Bazán, de Mapfre, tampoco puede darse, después de la pandemia, una reconstrucción económica y social sin tener en cuenta el compromiso medioambiental, una premisa de la que Mapfre está totalmente convencida. “Por eso, hemos asumido un firme compromiso en esta materia abordando de forma estratégica temas claves del cambio climático, como la reducción de la huella del carbono, la protección de la biodiversidad y la concienciación medioambiental, que forman parte también de nuestro plan estratégico de sostenibilidad 2019-2021”.
La aseguradora aborda la sostenibilidad desde tres dimensiones: medioambiental, social y gobernanza. En 2019 aprobó “un plan de sostenibilidad en el que incluimos aspectos como el cambio climático, la reducción de nuestras emisiones de carbono” (en 2021 las instalaciones de la compañía en España y Portugal serán neutras y en 2030, las de todo el grupo). Además, la empresa ha puesto el foco en “la gestión eficiente de edificios, la economía circular, la transición energética, la gestión de riesgos y las oportunidades en torno a la transición energética”. Ha decidido no invertir en compañías cuyos ingresos procedan en más de un 30% del carbón ni asegurar minas de este mineral. Por otra parte, ha puesto en marcha cursos de formación medioambiental para concienciar a sus empleados, y en los últimos años ha dedicado el Día del Voluntariado a la recuperación de entornos naturales.
Juan Antonio López, de Estrella Damm, afirmó que la sociedad necesita empresas que ejerzan el liderazgo hacia un crecimiento sostenible, poniendo en el mercado “productos que tengan el menor impacto medioambiental”. Y añadió que, al mismo tiempo, deben servir de ejemplo “para que la sociedad replique este comportamiento”. Estrella Damm adquirió este compromiso a finales de los noventa. “Hicimos nuestra apuesta por las renovables con un sistema de depuración de aguas que era capaz de generar biogás, que lo usamos para conseguir electricidad y calor; además, fomentamos la economía circular, aprovechando nuestros productos para darles una segunda vida; y pusimos cubiertas solares fotovoltaicas en los almacenes”.
En la compañía “mimamos mucho los recursos hídricos y trabajamos para reducir al máximo su consumo, dándoles una segunda oportunidad”, explicó. En cuanto al futuro, sus líneas estratégicas se centran en la reducción de la huella hídrica y de carbono.
Lecciones del confinamiento
El subdirector del área de coordinación de acciones frente al cambio climático del Ministerio desveló algunas lecciones aprendidas durante el confinamiento. Por ejemplo, “hemos podido comprobar cómo lo que ocurre en una parte del mundo impacta en otra, y esto puede trasladarse también a la problemática del cambio climático”. Pero también “hemos asistido a la potenciación de la administración electrónica y del teletrabajo, que era una asignatura pendiente y que evita movimientos innecesarios, lo que contribuye a reducir los gases de efecto invernadero”. Por otra parte, destacó los objetivos de sostenibilidad y la importancia del diálogo entre empresas y administraciones públicas para alcanzarlos; y recordó, entre otras medidas llevadas a cabo por la Administración, la generación de “un registro de huella de carbono, al que ya se han adherido muchas empresas”.
González citó otros cambios legislativos en materia de información financiera y financiación verde, y recordó que desde las administraciones públicas ya empezó a mencionarse hace una década “las buenas oportunidades que podrían generar el biogás y el biometano”. Además, afirmó que “los gases renovables van a ser esenciales en el futuro”. En cuanto al Plan General Integrado de Energía y Clima, indicó que se completará en septiembre y marcará una serie de retos en la incorporación de energías renovables, tratamiento de residuos, agricultura, etc.
El directivo de Naturgy también encontró algunos paralelismos entre la crisis sanitaria y la climática. “Por ejemplo, el hecho de que el coste de una acción y de unas inversiones tempranas evitan perdidas mayores; la importancia de escuchar a la ciencia; que estamos más preparados de lo que parece para el teletrabajo; y que las cosas funcionan cuando los ciudadanos se involucran completamente en resolver el problema”. Por otra parte, indicó que Naturgy siempre ha mantenido un diálogo “constante y fluido” con las administraciones públicas, y destacó que éstas deben jugar “un papel ejemplarizante” para que las pequeñas y medianas empresas visualicen mejor el camino medioambiental a seguir.
Clara Bazán explicó que Mapfre tiene también en cuenta el cambio climático en ámbitos como la homologación de sus proveedores o la organización de su última junta de accionistas, que se realizó como un evento sostenible y neutro en emisiones de carbono. Además, “damos formación sobre el cambio climático y estamos continuamente mandando mensajes de concienciación sobre la gestión, por ejemplo, del agua y la luz”. La directiva recalcó que “el cambio climático debe tener un gran peso en los planes medioambientales de las empresas”.
Por su parte, Juan Antonio López destacó también la importancia de la formación medioambiental y de mejora continua en Estrella Damm, así como la propuesta de mejoras en este sentido que realiza la plantilla de la empresa. Y citó ejemplos de distintas actuaciones que llevan a cabo para frenar el cambio climático: “Estamos trabajando en eliminar el plástico del embalaje de las cervezas, y el verano pasado lanzamos una campaña de sensibilización para proteger el Mediterráneo”.
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