Desembarcó en el corazón de la Gran Vía madrileña aprovechando el tirón de ser la cadena de hamburgueserías favorita del expresidente estadounidense Barack Obama. Five Guys abrió en la céntrica arteria urbana a finales de 2016 y acaba de hacer públicos cuáles fueron sus números en 2017, su primer año completo en España como gran operador del sector de la restauración 'rápida'.
Y no fue un año brillante en cuanto a su rentabilidad. La compañía estadounidense hizo despegar ese año sus ingresos gracias a los tres restaurantes que abrió en Madrid. Pasó de facturar algo más de 1,18 millones de euros a superar los 7,1 millones, según las cuentas que acaba de publicar en el Registro Mercantil.
Disparó ingresos y, también, multiplicó pérdidas. En ese 2017, registró números rojos por valor de 4,6 millones de euros, que se sumaron a los 3 que 'se dejó' en el ejercicio previo, detalla. Esa situación fue la que obligó a la multinacional a salir al rescate. La filial española de la cadena de hamburgueserías está controlada desde el Reino Unido. En concreto, el 100% de sus acciones está en manos de la británica Five Guys Jv Limited.
Inyección obligada
Al cierre de diciembre de 2017, su patrimonio neto era negativo en más de 7,6 millones de euros, según las citadas cuentas. La empresa asume que ese patrimonio negativo estaba "por debajo del 50% de la cifra de capital social". "Esto es causa de disolución a no ser que se restablezca el equilibrio patrimonial de la sociedad", asume.
Eso es, precisamente, lo que hizo. "Con fecha 19 de junio de 2018, el socio único ha realizado una aportación a la sociedad de 8 millones de euros". Una inyección de fondos que realizó ante un notario de Londres, apunta. "Dicha aportación se compensa con parte del derecho de crédito que el socio único ostenta frente a la sociedad", que tiene carácter de "gratuito" e "irrevocable".
La filial de Five Guys no da detalles de cuál fue el alquiler que tuvo que pagar ese año por cada uno de los locales que sumaba entonces en España. Sí indica que, además de sus oficinas centrales, contaba con cuatro establecimientos en régimen de alquiler. Contratos que mantenía con Hines-Canesteo, La Sociedad General Inmobiliaria de España, Unibail-Rodamco y Klepierre Vallecas. Por el conjunto de ellos abonó en 2017 más de 1,8 millones de euros.
Hoy Five Guys es signficativamente más grande. Al cierre de 2018, aseguraba que su plantilla rondaba los 600 trabajadores, cuando a finales de 2017 el número de empleados era de 198. De ellos, 107 eran hombres y 91 mujeres. Además, al cierre del último 31 de diciembre, contaba con ocho establecimientos en Madrid, a los que sumaba otros tres en Barcelona y uno tanto en Granada, como en Valencia y Zaragoza. De momento, no ha desvelado cuántos restaurantes tiene previsto abrir a lo largo de este 2019.
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