Estados unidos redujo un 2% el consumo de combustible limitando la velocidad en el año 1974


La decisión del Gobierno español de reducir la velocidad máxima en autopistas y autovías a 110 kilómetros por hora tiene numerosos antecedentes, aunque uno de los más notorios es el de Estados Unidos en el año 1974.
En ese año, el entonces presidente estadounidense Richard Nixon, aprobó la Ley Urgente de Conservación de Energía en Autopistas ("Emergency Highway Energy Conservation Act") que fijó en 55 millas por hora (mph), es decir, 88,5 km/h, el límite de velocidad en autopistas.
Esta medida estuvo precedida por el embargo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a Estados Unidos en 1973, como respuesta a la decisión del país norteamericano de vender armas al ejército de Israel.
La limitación de la velocidad permitió al Ejecutivo estadounidense reducir en 1974 el consumo de combustible un 1,9%, pasando de 6.496.000 barriles diarios destinados a los motores de gasolina en el año anterior a 6.372.000, según datos de la Administración de Información Energética (EIA en sus siglas en inglés) recogidos por Servimedia.
Sin embargo, el Gobierno español afirma que la reducción de la velocidad máxima a 110 km/h permitirá disminuir el consumo de carburante entre un 11% y un 15%.
La reducción de la velocidad en Estados Unidos no fue lineal, ya que cada estado tenía su propio límite de velocidad. De hecho, el Gobierno no tenía competencia para fijar un límite aplicable a todo el país, sino que cada estado debía dar el visto bueno a esta medida.
Para incitar a los ejecutivos estatales a aplicar la medida, Nixon estableció que sólo podrían recibir fondos destinados a la mejora y conservación de las autopistas aquellas regiones que hubieran limitado la velocidad.
Así, según un informe publicado en 1974 por Associated Press, de los cincuenta estados del país, nueve tenían límites inferiores a las 50 mph antes de la entrada en vigor de la norma y doce ya tenían establecidas las 55 mph como máximo de velocidad. De esta forma, sólo 29 de los 50 estados tuvieron que reducir efectivamente este límite.
MEDIDA TEMPORAL
Otra diferencia entre la medida adoptada en Estados Unidos y la anunciada por el Gobierno español es que en el país americano el límite de velocidad no se volvió a ampliar hasta pasados 13 años, mientras que en España el Ejecutivo asegura que tendrá la menor duración posible.
En Estados Unidos, en 1987 se permitió alcanzar las 65 mph en las autopistas rurales interestatales, sin embargo, la derogación definitiva de la norma que limitaba a 55 mph la velocidad no se produjo hasta 1995.
A partir de 1975 el consumo de combustible por vehículos creció de forma sostenida hasta la crisis de 1979 y 1980, cuando se registró una caída del 5% y del 6,6%, respectivamente.
No obstante, los expertos achacan esta caída a los problemas de suministro en el verano de 1979 y al fuerte incremento del precio del combustible que se produjo ese año y en 1980. Esta reducción del consumo también se explicaba por la caída de los ingresos de las familias y por la mejora de la eficiencia de los coches.

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