La marca textil de EEUU GAP planea despedir a aproximadamente 1.800 trabajadores en el primer semestre del año en el marco del plan de reestructuración de la empresa con el objetivo de simplificar y optimizar su modelo de negocio. GAP, que en enero ya había anunciado que estaba preparando un plan en este sentido, precisó las reducciones de personal en una comunicación remitida este jueves al regulador bursátil.
"Se espera que las acciones asociadas con la reducción de la fuerza laboral de la compañía bajo el plan estén sustancialmente completadas para finales del primer semestre del año fiscal 2023", ha señalado la empresa. En este sentido, la cúpula de dirección de GAP espera que el ajuste se lleve a cabo en la plantilla de la sede central de la empresa y en los niveles superiores.
De tal manera, la cadena textil calcula que incurrirá en costes extraordinarios de aproximadamente entre 100 y 120 millones de dólares (91 y 109 millones de euros) en relación con este plan de reestructuración y se completarán en su mayoría durante la primera mitad de este ejercicio fiscal.
El pasado septiembre, GAP ya había eliminado unos 500 puestos en oficinas para ahorrar dinero y a finales de enero tenía en todo el mundo unos 95.000 empleados, pero la mayoría de ellos se encuentran en tiendas y no en su sede corporativa. Tras conocerse el anuncio de este jueves, las acciones de la compañía experimentaron una clara subida y media hora después del inicio de las operaciones ganaban más de un 2,5%.
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