El fondo británico de capital riesgo ICG se prepara para retomar la venta de Garnica, líder mundial de la industria del contrachapado. La gestora de private equity frenó la operación hace unos meses, ante las dudas sobre el posible impacto de la crisis de suministros y la subida de los precios de la energía en el negocio de su participada. Pero Garnica ha logrado capear el temporal y los asesores de la venta están limando los últimos detalles para lanzar formalmente el proceso competitivo en los próximos días, según varias fuentes financieras consultadas por La Información.
En estos meses de parón, Garnica ha redibujado su plan de negocio y ha elevado hasta los 350 millones de euros su objetivo de facturación para el ejercicio en curso, frente a los 220 millones con que cerró el año 2020, el último del que existe información pública. Los asesores de la venta han retomado recientemente los contactos con los potenciales interesados a los que han actualizado la información relativa al negocio de la compañía, incluyendo la evolución del pasado ejercicio.
Fuentes cercanas a la operación aseguran que el grupo superó las expectativas en cuanto a los ingresos previstos para 2021, lo que supone una buena carta de presentación de cara a la puja. Las ventas del grupo se vieron favorecidas por la fiebre del 'caravaning' una tendencia que se ha disparado al calor de la pandemia. El grupo Garnica es puntero en la fabricación de productos de revestimiento y decoración interior de caravanas y furgonetas.
Los asesores de la venta han otorgado a Garnica un ebitda de 50 millones de euros, tras calibrar los resultados obtenidos por el grupo en 2021
La idea es que el proceso arranque de forma oficial esta misma semana o la siguiente, según han confirmado fuentes de la operación en conversaciones con La Información. Los potenciales candidatos deberán revisar las cifras actualizadas en el marco de la puja en base a los últimos estados financieros. Los asesores de la venta han otorgado a Garnica un resultado bruto de explotación (ebitda) próximo a los 50 millones de euros.
Los posibles candidatos examinarán los últimos números para determinar la viabilidad del plan de negocio y comprobar si el ebitda parece sostenible. Este paso es clave para definir la valoración, que el vendedor espera elevar hasta los 500 millones de euros, lo que supone múltiplos de diez veces esta referencia, cifra que se encuentra en la parte más alta de la horquilla que el mercado barajó en un primer momento.
ICG mandató a William Blair como asesor del proceso de venta el verano pasado, como adelantó 'Expansión', en el marco de su salida de la compañía una vez culminado su ciclo de inversión, generalmente de unos cinco años. También el año pasado, el fondo de private equity que en España capitanea Jaime Chocrón sacó al mercado otro de sus activos en el país, la farmacéutica Suanfarma, que finalmente vendió a la francesa ArchiMed. ICG cerró esta segunda venta en apenas cinco meses.
El mercado prevé que el proceso competitivo atraiga a otros fondos de inversión de un perfil similar al de ICG. Este se hizo con el control de Garnica en 2016, a través de su fondo europeo ICG Europe Fund VI. La gestora británica adquirió la empresa a Qualitas Venture Capital, sociedad de inversión vinculada a los Polanco, que había sido el socio mayoritario de Garnica durante los diez años anteriores.
La operación que abrió la puerta de la compañía a ICG hace seis años estuvo acompañada de una inversión por parte del equipo directivo de la empresa y de la familia Garnica, fundadora del fabricante de contrachapado, que ha mantenido su presencia en el accionariado y en la dirección. De hecho, Pedro Garnica se mantuvo como presidente ejecutivo del grupo de origen familiar fundado en 1941.
Garnica ha experimentado un fuerte crecimiento desde que ICG entró en su capital, momento en que el grupo industrial aspiraba aún no había logrado romper la barrera de los 200 millones de facturación anual. En la actualidad, la empresa cuenta con seis plantas productivas, cinco de ellas en España, distribuidas por La Rioja, País Vasco y León. La otra se sitúa en Francia, en la región de Aquitania. El grupo se encuentra inmerso en la construcción de una segunda fábrica en el país galo, en Troyes, proyecto que espera culminar en 2025, con un presupuesto de unos 80 millones de euros.
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