Madrid, 8 nov.- El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) limitará el tiempo de almacenamiento del combustible gastado en las piscinas de las nucleares, a fin de acotar el inventario de productos de fisión susceptibles de fuga en caso de accidente.
La decisión, que ha dividido al pleno del organismo regulador, obedece al riesgo asociado con las piscinas, conocido tras lo ocurrido en Fukushima (Japón).
Así consta en el acta del pleno del CSN celebrado el 13 de octubre y difundida ahora en su web, que recoge el voto particular de la presidenta del Consejo, Carmen Martínez Ten, y de la consejera Rosario Velasco.
A propuesta del vicepresidente, Luis Gámir y de los consejeros Antonio Colino y Antoni Gurguí, se acordó emitir en el plazo máximo de un año una instrucción para acotar el almacenaje de combustible gastado.
La resolución obtuvo el voto favorable de estos tres miembros del CSN y los dos votos en contra de Martínez Ten y Velasco que, además del voto particular, presentaron una propuesta alternativa.
En el voto particular, ambas comparten la preocupación expresada en el pleno, pero están en desacuerdo con la metodología de trabajo planteada.
Antes de decidir sobre requisitos concretos -opinan- se deben definir criterios técnicos contrastados, lo que requiere "un tiempo de reflexión acorde con la complejidad del problema".
Tampoco "parece adecuado fijar a priori las actuaciones concretas ni el instrumento para implantarlas (una instrucción)", añaden.
En su propuesta alternativa, Martínez Ten y Velasco sugieren iniciar inmediatamente los trabajos -mediante la creación de un grupo de trabajo o el medio que se estime oportuno- para definir mejor y analizar el problema planteado y adoptar, en su caso, las respuestas apropiadas.
En España funcionan seis centrales (ocho reactores), con sus respectivas piscinas.
Además, el pleno propuso comenzar los trabajos para fijar qué infraestructuras deben permanecer y qué medidas deben tomarse en el emplazamiento de la nuclear de José Cabrera, a fin de garantizar la capacidad de manipulación de combustible gastado y de contenedores en el ATI una vez desmanteladas sus instalaciones originales.
Antes de este acuerdo, el 4 de octubre tuvo lugar una reunión de trabajo entre los miembros del pleno y las direcciones técnicas para recabar la opinión de éstas sobre el asunto e información adicional con carácter previo a la toma de decisión por el pleno.
La propuesta conjunta del vicepresidente del CSN, Luis Gámir, y de los consejeros Antonio Colino y Antoni Gurguí, que incluye la elaboración de una Instrucción Técnica Complementaria (ITC), contó con la oposición de la presidenta del CSN y de la consejera Rosario Velasco.
El objetivo de la ITC es garantizar que los trabajos de desmantelamiento de la central "en ningún caso reducirán la capacidad de respuesta frente a cualquier daño o situación de riesgo, indicando, si es el caso, qué componentes o instalaciones deben construirse de forma aneja al ATI para asegurar la fiabilidad de las barreras existentes para guardar el combustible gastado.
Martínez Ten y Velasco razonan que a la hora de definir las actuaciones concretas, debe tenerse en cuenta la opinión de las direcciones técnicas y solo en caso de discrepancia fundamentada, optar por opciones distintas.
"La decisión es inconsistente, en el sentido de que habla de mantener en breve plazo una reunión (...)" para concretar las acciones, dicha cita ya se celebró el 4 de octubre; sin embargo, no se consideraron las posiciones de las direcciones técnicas "ya que no se ha modificado la propuesta inicial", manifiestan.
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