El hombre había asesorado durante varios años al matrimonio y se había ganado su confianza convirtiéndose en "una persona imprescindible en cuanto a la administración de su patrimonio", según recoge el fiscal en su escrito de acusación.
Según esta versión, el acusado convenció al matrimonio para que invirtiera sus ahorros en una sociedad de asegurándole que obtendría cuantiosos intereses y diciendo que era un negocio "próspero y rentable" destinado a la construcción de un parque acuático. Sin embargo, la sociedad en realidad no existía y el asesor incorporó el dinero a su patrimonio.
Por ello, el Ministerio Fiscal lo acusa de un delito de estafa de especial gravedad con abuso de confianza y pide una pena de cuatro años de prisión, además de 12.000 euros de multa. Asimismo, los perjudicados reclaman una indemnización.
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