¿Bárcenas o Lapuerta? La incógnita de la versión de Rajoy en el juicio de Gürtel

¿Fue Bárcenas o Lapuerta? La incógnita de la versión de Rajoy en el juicio de Gürtel
¿Fue Bárcenas o Lapuerta? La incógnita de la versión de Rajoy en el juicio de Gürtel
M.A.

"Yo estaré ahí siempre; al final la vida es resistir y que alguien te ayude, tampoco hacen falta muchos". Es el texto de uno de los SMS enviados por el hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Rosalía Iglesias, la esposa del extesorero del PP Luis Bárcenas. El mensaje, publicado por ‘El Mundo’, se envió en mayo de 2011, cuando aún gobernaba Zapatero. El miércoles, Rajoy, tiene la oportunidad de cumplir esa promesa. La de ayudar a Bárcenas. La de "estar ahí" por el que una vez fue su amigo. Un jefe del Ejecutivo en pleno ejercicio de su cargo declarará por primera vez en la historia de España como testigo en una causa penal: el caso Gürtel. 

Cuando el presidente del Gobierno escribió esas líneas de apoyo, el antiguo responsable de las finanzas del partido estaba siendo investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Pero los indicios contra él aún eran débiles. Solo unas iniciales -L. B., Luis ‘el cabrón’- en la contabilidad B de Gürtel. Eso, y la grabación al cabecilla de la trama en la que aseguraba haberle llevado "1.000 millones de pesetas" a la sede de Génova. Poco tiempo después, en septiembre de ese año sus cargos fueron archivados. Rajoy volvió a escribir a la esposa de Bárcenas: "Muchas felicidades Rosa. Esperemos que todo se confirme. Un abrazo y a Luis otro. Mariano"”.

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Desde entonces, la situación procesal del extesorero ha cambiado mucho. En marzo de 2012, la Audiencia reabrió la causa contra Bárcenas y 10 meses después, en enero de 2013, Suiza informó de que Bárcenas llegó a acumular 47 millones de euros en bancos de ese país. Pero no fue hasta julio cuando estalló el gran escándalo: ‘El País’ publicó la contabilidad paralela del PP que llevó durante años y en la que aparecían sobresueldos en negro para los principales dirigentes. Pagos a Álvarez Cascos, a Acebes, a Rodrigo Rato… al propio Rajoy. Pese a ello, el presidente volvió a mandarle un mensaje que le persigue desde entonces: "Luis, sé fuerte".

En los ‘papeles de Bárcenas' aparecen en total 33 apuntes en cuyo concepto constan las palabras "Mariano", "Mariano R." y "Mariano Rajoy". Los primeros son de 1991 y los últimos de 2008. En su mayoría se trata de pagos trimestrales de 6.300 euros cada uno, aunque también aparecen pagos semestrales por el doble. Además hay conceptos como "extra", "cuota dip." o "traje". La suma de todos los asientos da una cantidad de 271.037 euros.

Esa contabilidad B que reflejan los papeles se investiga en otra pieza del caso Gürtel, pero los pasados 19 y 20 de junio, la fiscal anticorrupción Concepción Sabadell no dejó pasar la oportunidad de preguntar por esos sobresueldos a los exsecretarios generales del partido Javier Arenas, Ángel Acebes y Francisco Álvarez Cascos, así como al exvicesecretario general Jaime Mayor Oreja y el exvicepresidente del Gobierno con Aznar Rodrigo Rato. Todos ellos negaron haber cobrado nada más allá de sus salarios, así que no tendría sentido que Rajoy sí reconociera esos pagos.

La declaración de todos esos exdirigentes y exministros del PP habría sido un ensayo para la de Rajoy, que debería sujetarse a lo manifestado por ellos. En sus comparecencias estos sí echaron un cable a Bárcenas. Con una estrategia que pareció concertada, lo exculparon al asegurar que su labor como gerente -el empleo que desarrolló antes del de tesorero- consistía en "tareas de intendencia, como repartir despachos o garajes", como dijo Arenas. "No tengo ningún reproche hacia el señor Bárcenas como gerente", señaló Álvarez Cascos. Todos señalaron como culpable al anterior tesorero, Álvaro Lapuerta, cuya imputación se ha archivado por "demencia sobrevenida”. Bárcenas solo cumplía sus órdenes.

Si Rajoy sigue esa línea y echa el muerto a Lapuerta podría dar por cumplida la promesa que hizo a la esposa de Bárcenas hace seis años de ayudar a su excompañero de partido. A pesar de que le acusó de cobrar bajo mano casi 300.000 euros y de que, durante su etapa como tesorero, llegó a acumular en Suiza casi 50 millones, dejando la reputación del PP por los suelos. Como testigo, el presidente del Gobierno está obligado a decir la verdad. Si no lo hiciera, podría enfrentarse a un proceso por falso testimonio ante el tribunal al que está aforado: la Sala de lo Penal del Supremo.

Otros dirigentes de su partido han dejado clara públicamente su repulsa por la labor del extesorero. “A mí ese tío me da un asco que no puedo verlo”, aseguró en julio de 2015 el vicesecretario sectorial Javier Maroto durante una entrevista en Telecinco. Algo similar manifestó el exministro de Sanidad Alfonso Alonso dos años antes: "Es evidente que Bárcenas estuvo contratado por el PP y eso nos averguenza". Luego añadió: "Ojalá el partido jamás hubiera contratado al señor Bárcenas". 

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