Carmena critica la "odiosa discriminación" contra la mujer y recuerda que la "utoridad no se impone a palos"

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha defendido la aplicación de la cultura de la mujer en la autoridad, que no debe imponerse "con palos" sino con la seducción, la convicción y la palabra y erradicando cualquier conato de violencia.

Lo ha hecho este martes desde el Pleno de Cibeles, donde se celebra el Día Internacional de la Niña invistiendo alcaldesa por unas horas a la colombiana de 15 años Yadis Xiomara Chicó Mina de la mano de una iniciativa promovida por la ONG Plan Internacional. Carmena, que ha ejercido de vicealcaldesa, ha estado acompañada por Purificación Causapié (PSOE), Begoña Villacís (Ciudadanos) y José Luis Moreno (PP).

La primera edil ha criticado duramente la "odiosa discriminación" que se sigue ejerciendo contra mujeres y niñas para, a renglón seguido, defender ante las generaciones más jóvenes que la autoridad "no debe ser violenta sino ejemplar, seductora".

"Hay que reconocer los derechos humanos en el mundo. Sabemos que hoy es necesario porque, aunque parezca mentira estando ya en el primer tercio del siglo XXI, sabemos que hay una odiosa discriminación de mujeres y niñas, sabemos que no es lo mismo nacer hombre que mujer", ha lamentado Carmena, que ha recordado la lucha en España años atrás para que las mujeres pudieran aprender a leer y escribir.

Manuela Carmena ha recordado que ese debate se mantenía porque había quien pensaba que era mejor que las mujeres siguieran siendo analfabetas porque, de lo contrario, "podían decidir sobre su cuerpo y su vida". "Es la historia de la humanidad y continúa porque hay 31 millones de niñas en el mundo que siguen sin saber leer y escribir", ha descrito.

Manuela Carmena ha cedido su sitio a la joven Yadis Siomara y le ha hecho entrega del bastón de mando, una tradición creada en el Siglo de las Luces para que los regidores impusieran su autoridad. "Pero queridas niñas, sabemos que la autoridad no se impone con palos y sí con palabras en procesos de convicción, de seducción", ha expuesto.

"La autoridad es hermosa y es importante hacerla valer como se desprende de la cultura de las mujeres, que nunca hemos aprobado la violencia. La autoridad no debe ser violenta sino ejemplar, seductora y saber convencer con ese don maravilloso que es la palabra, propio del ser humano", ha terminado.