Chile entrega contramemoria en la CIJ por diferendo con Bolivia

Chile entregó este miércoles en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya la contramemoria con los argumentos que refutan la reivindicación de Bolivia de obligarle a negociar una salida soberana al mar.

En el documento entregado este miércoles en la CIJ, Chile responde a los argumentos "nacionales jurídicos e históricos" refutando la reivindicación de Bolivia que exige a Santiago sentarse a negociar la salida al mar que perdió en la guerra de 1879-83, dijo el canciller Heraldo Muñoz, al frente de la delegación que acudió a La Haya.

Para Santiago, las fronteras entre los dos países quedaron fijadas en el Tratado de 1904.

El documento presentado es "una obra contundente, sólida que defiende nuestros intereses nacionales", dijo el ministro, que hizo entrega el documento en el denominado salón rojo de la CIJ al secretario de la corte Philippe Couvreur, mucho antes del plazo previsto del 25 de julio.

Las autoridades chilenas pretenden demostrar que "no existió nunca una obligación para negociar" con el país vecino, con el que carece de relaciones diplomáticas desde marzo de 1978.

"Una negociación tiene que ser explícita en cuanto a resultados y no se puede extender indefinidamente en el tiempo", sostuvo Muñoz, que dejó claro en una grabación difundida por la cancillería que "nunca ha estado en juego la soberanía nacional ni territorial ni marítima" del país.

"Eso quedó muy claro en la objeción preliminar que presentó Chile en su momento", apostilló.

Bolivia recibirá copia de la contramemoria chilena, cuyo contenido no puede ser divulgado por ninguna de las partes. Ahora, La Paz podría ejercer el derecho de presentar una nueva ronda de argumentos y Chile a responderlos antes de sentarse a presentar los alegatos orales.

Las autoridades chilenas prevén que este proceso pueda prolongarse hasta el primer semestre de 2019.

Bolivia recurrió a la CIJ el 24 de abril de 2013 en busca de apoyo para lograr que Chile se avenga a negociar un acuerdo que le otorgue un acceso soberano al Océano Pacífico.

Santiago respondió interponiendo una 'excepción preliminar' alegando que la Corte no era el lugar para juzgar tratados históricos, pero en septiembre de 2014, la CIJ se declaró competente para conocer la demanda, aunque acotando el ámbito de la controversia y del posible resultado de la sentencia, ya que señaló que no tendría facultad para predeterminar el resultado de una negociación.

Actualmente, Bolivia puede utilizar los puertos marítimos chilenos, tal como prevé el Tratado de 1904, donde "Chile reconoce en favor de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico".

En varias ocasiones los dos países se han sentado a negociar.

En 2009, durante la primera administración de Bachelet (2006-2010) La Paz y Santiago realizaron negociaciones sobre el tema incluido en una agenda bilateral de 13 puntos, pero éstas fracasaron.

Según la Constitución que entró en vigor desde 2009, Bolivia tiene un "derecho irrenunciable e imprescriptible sobre el territorio que le dé acceso al Océano Pacífico y su espacio marítimo", por lo que se prevé "denunciar o renegociar los tratados que sean considerados contrarios a sus derechos".

En los últimos años, Evo Morales, que en febrero pasado perdió un referéndum para poder presentarse a un cuarto mandato a partir de 2020, ha convertido las reinvidicaciones con Chile en un estandarte de su política.

El último foco de conflicto son las aguas del río Silala. Ante las amenazas de Bolivia de recurrir a La Haya, Chile se le adelantó y el pasado 6 de junio recurrió al CIJ para que determine el derecho al uso dichas aguas.

El Silala nace en territorio boliviano y desemboca en el Océano Pacífico atravesando territorio chileno. La Paz ha pedido el pago compensatorio por el uso de sus aguas, que considera un manantial.

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