Clinton y Trump, a falta solo del respaldo formal de sus respectivos partidos

EUROPA PRESS

Clinton proclamó su victoria el martes por la noche, después de unas horas en las que las proyecciones ya le daban como segura candidata del Partido Demócrata. La antigua primera dama está satisfecha por haber "hecho historia" al convertirse en la primera mujer que aspira a la Presidencia de Estados Unidos por una de las dos grandes formaciones.

Los demócratas celebrarán su convención nacional entre el 25 y el 28 de julio en Filadelfia y, en ella, los delegados y superdelegados respaldarán mayoritariamente la candidatura de Clinton. Su rival, el senador Bernie Sanders, ha avanzado que no se retirará de la campaña para tratar de introducir parte de su agenda izquierdista en el foro de julio --"la lucha continúa", ha dicho--.

Clinton tiene ante sí el reto de unir a un partido que, al menos, coincide en su animadversión a Trump. Para alcanzar esta unidad será clave el actual presidente, Barack Obama, que tras felicitar públicamente a su antigua rival en 2008 tiene ahora la opción de respaldar su candidatura.

"La victoria de esta noche no es la de una persona, pertenece a una generación de mujeres y hombres que lucharon y se sacrificaron para hacer posible este momento", proclamó Clinton el martes, en un discurso en el que también tuvo buenas palabras para Sanders.

Sin embargo, queda por ver cómo se comportarán los votantes del senador, ya que no todos podrían seguir las directrices de Sanders en caso de que éste pida el voto para Clinton. No en vano, ambos candidatos tienen claramente delimitados sus caladeros de apoyo y muchos de los simpatizantes de Sanders apenas tienen vínculos con el Partido Demócrata.

ANTI TRUMP

Al menos, Clinton cuenta con la ventaja del voto 'anti Trump', toda vez que las polémicas en torno al magnate no han amainado ni siquiera tras conseguir la nominación virtual. Salvo sorpresas de última hora, el empresario será confirmado como candidato en la convención que tendrá lugar en Cleveland entre el 18 y el 21 de julio.

Trump avanzó que la próxima semana la dedicará por completo a sacar a la luz "todas las cosas que tuvieron lugar con los Clinton", una familia que, a su juicio, "ha convertido la política del enriquecimiento personal en un arte". "Hillary Clinton convirtió el Departamento de Estado en su fondo de inversión privado", aseguró.

Sin embargo, el Partido Republicano no ha logrado hacer un frente común frente a Clinton, en la medida en que todavía sigue siendo evidente la incomodidad que representa tener a un candidato como Donald Trump. El senador Lindsey Graham incluso ha pedido a sus compañeros de partido que retiren su apoyo al empresario.

La última polémica --por ahora-- de Trump se debe a unas declaraciones en las que aludió a los orígenes de un juez hispano para recriminarle su supuesta parcialidad. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, admitió que era racismo "de manual" menos de una semana después de hacer de tripas corazón y respaldar al millonario.

"Entiendo la responsabilidad que supone este cargo y nunca os dejaré", proclamó Trump el martes por la noche, durante un discurso más contenido de lo habitual y con el que quiso lanzar un guiño a los republicanos que aún temen una jugada de última hora.

Su eslogan, "volver a hacer grande a Estados Unidos", debe comenzar por su propio partido si quiere tener opciones el 8 de noviembre. Una encuesta divulgada el martes por la agencia Reuters sitúa a Clinton diez puntos por encima de Trump en intención de voto.

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