Consejos para evitar el estreñimiento temporal en los viajes

Por fin llega el ansiado día de irse de vacaciones. Una vez llegamos al destino hay una cosa que nos puede aguar los primeros días y es no ir al baño de forma tan regular como lo hacemos en casa. 

El cambio de hábitos, dieta y horarios a la hora de viajar puede ser una verdadera tortura para algunas personas, incluso con una salud digestiva normal. Hay muchos factores que afectan más o menos a nuestra rutina a la hora de ir al baño, tantos como diferencias entre nuestro hogar y el lugar de vacaciones: la temperatura, la humedad, las dietas exóticas, el agua que bebemos, el ritmo que llevemos, etc.

Si ya tienes problemas, no dejes de seguir las indicaciones de tu médico digestivo especialmente durante tus viajes, en los que hay más posibilidades de regularidad.

Para los estreñidos vacacionales el doctor Sergio Suárez, especialista en aparato digestivo de la clínica médico estética BB&S Total Beauty, recomienda una serie de consejos genéricos:

-         Tomar probióticos unos días antes y durante el viaje ocasional. Los probióticos son complementos alimenticios que puedes llevar en cápsulas o comprimidos, por lo que no ocupan espacio en la maleta. Están compuestos por bacterias y levaduras beneficiosas para mantener regulada la flora intestinal.

-         Independientemente de la calidad del agua en donde estemos, se recomienda beber agua mineral en abundancia, no del grifo, especialmente en climas que favorezcan la deshidratación o si hacemos esfuerzos físicos.

-         Tomar algún complemento de fibra que lleve plantago ovata. También conocida como llantén de la India, es una especie de planta herbácea original del sur de Asia. Otra opción natural son los comprimidos o preparados con Aloe, que también favorecen el tránsito intestinal.

-         Hay que intentar no demorar el momento en el que nuestro propio cuerpo nos pide ir al servicio, ya que eso sólo contribuye a agravar el estreñimiento.

-         Dedicar al menos un minuto por la mañana y otro por la noche en ir al baño e intentar realizar una deposición.

-         Las infusiones laxantes son poco recomendables tienen un efecto difícil de controlar, y pueden producir incluso diarreas si no se está acostumbrada. En el caso de los viajes ocasionales es más recomendable optar por microenemas o supositorios de glicerina.