De la Torre ha destacado "el placer" y "el honor" de acoger a estos menores, un total de 81 niños que se quedan con familias de toda la provincia durante julio y agosto, de los que 15 se encuentran en la capital. A nivel regional suman un total de 1.300 menores que han llegado desde el desierto del Sáhara, según ha apuntado.
El regidor ha resaltado "la hospitalidad de Málaga" y ha dicho que los niños encuentran en las familias malagueñas, y en la sociedad malagueña, "amistad" y "afecto". "Espero de corazón que lo paséis bien, que conozcáis Málaga, que aprendáis español y que os llevéis unos recuerdos imborrables", ha añadido.
Por su parte, el delegado del Sáhara en Málaga, Abdelahe Hamad, ha mostrado su agradecimiento tanto al Consistorio como a las familias de acogida, y ha reclamado "una solución" a la situación del Sáhara occidental, instando a convocar un referéndum de autodeterminación.
En este sentido, De la Torre ha abogado por "resolver los problemas con el diálogo" y ha destacado que España "estará siempre dispuesta a colaborar" en el Magreb por "que se respeten los derechos de todos".
También ha intervenido la presidenta de la Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui, Isabel González, quien se ha mostrado "bastante emocionada de que los niños estén aquí". Además, ha agradecido al Consistorio la "continua colaboración" en proyectos de cooperación.
La Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui organiza, junto con Fandas-Sahara y el resto de las asociaciones de Andalucía, el proyecto Vacaciones en Paz, que permite que estos niños, que tienen una edad comprendida entre nueve y 13 años, pasen los meses de verano con familias de acogida.
Los menores llegaron a los aeropuertos de Málaga y Sevilla entre el 27 de junio y el 4 de julio, procedentes de los campamentos de la población refugiada saharaui de Tinduf (Argelia).
Este programa profundiza en las relaciones de amistad del pueblo andaluz con el saharaui, además de mejorar la calidad de vida, tanto sanitaria como alimenticia, de la población infantil, han precisado.
Estos niños están obligados a sobrevivir exiliados junto a sus familias, unas 200.000 personas en total, desde hace 40 años en unos campamentos de refugiados, según han apuntado.
Durante su estancia, amplían y completan los conocimientos educativos que adquieren en los colegios en los campamentos de refugiados, han destacado.
Desde hace varios años, el Ayuntamiento, a través del Área de Participación Ciudadana, Inmigración y Cooperación al Desarrollo, participa en la realización de esta iniciativa. Este año ha aportado al mismo 8.000 euros a través de un convenio de colaboración entre la Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui y el Consistorio.
La situación de crisis económica hace que este programa de solidaridad con los menores esté atravesando una situación complicada, pero "gracias al compromiso de las entidades públicas y de las familias de acogida todavía puede hacerse realidad", han asegurado.
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