Ortega, con su mujer de vicepresidenta, arrasa con el 71% de los votos en Nicaragua

  • Barack Obama asegura que las elecciones "no han sido limpias" y la oposición, que no participó en los comicios, no reconoce los resultados logrados por Ortega por ser un "fraude constitucional".

    El líder sandinista no dejó que observadores internacionales supervisaran las elecciones, destruyó al partido de la oposición valiéndose de los tribunales y ni siquiera quiso celebrar debates electorales

Ortega, con su mujer.
Ortega, con su mujer.
Iñaki Etxarri y David Aragonés
Iñaki Etxarri y David Aragonés

Estados Unidos se ha declarado este lunes "muy preocupado" por los "fallos" que a su parecer han plagado las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en Nicaragua, que han concedido una rotunda victoria a Daniel Ortega, quien suma así su cuarto mandato.

"Estados Unidos está profundamente preocupado por los fallos en las elecciones presidenciales y legislativas en Nicaragua, que han imposibilitado una elección limpia el 6 de noviembre", ha dicho el Departamento de Estado en un comunicado.

A este respecto, ha denunciado que "el Gobierno nicaragüense ha apartado a los candidatos opositores, ha limitado la observación nacional en los centros de votación y el acceso a las credenciales para votar", entre "otras acciones para negar el espacio democrático".

"Vamos a seguir presionando al Gobierno nicaragüense para que respete las prácticas democráticas, incluidos la libertad de prensa y el respeto a los Derechos Humanos, conforme a las obligaciones que compartimos bajo la Carta Democrática", ha señalado.Esta es la foto que resume las #Votaciones2016 en #Nicaragua. Foto de @CH_fotografia para @confidencial_ni pic.twitter.com/6NlIbf0ofO— Carlos S. Maldonado (@CSMaldonado) 6 de noviembre de 2016

No obstante, el Gobierno de Barack Obama ha recordado que mantiene "una fuerte alianza con el pueblo nicaragüense". "Seguiremos trabajando en nombre del pueblo nicaragüense para conseguir una Nicaragua más segura, más próspera y más democrática", ha prometido.La mujer de Ortega, vicepresidenta

De acuerdo con el Consejo Supremo Electoral (CSE), con el 66 por ciento de los votos escrutados, Ortega se ha adjudicado el 72 por ciento de las papeletas emitidas. A gran distancia, Maximinio Rodríguez, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), ha logrado un 14 por ciento.

Las encuestas auguraban una ventaja de más de 60 puntos porcentuales para Ortega. Esta vez, 'el Comandante' competía sin rivales porque en el último año las instituciones nicaragüenses han dejado sin líderes a las principales formaciones opositoras.

Ortega ha planteado estos comicios como una oportunidad para preparar al pueblo nicaragüense para una transición política en la que su mujer ha sido la elegida. La hasta ahora portavoz del Gobierno ejercerá en el nuevo mandato como vicepresidenta. Y es que Ortega, de 71 años, concurría a los comicios junto con su mujer, Rosario Murillo, de 65, candidata a la vicepresidencia.Para la oposición, "un fraude"

La jornada caracterizada por la "normalidad", según las autoridades, y una baja afluencia de votantes, según los opositores. Sin embargo, la elección no tuvo sorpresas en un proceso cuestionado tanto por la ausencia del principal bloque opositor como de la observación internacional.

Previo a la lectura de los primeros resultados provisionales, líderes del Frente Amplio Democrático (FAD), la principal coalición opositora de Nicaragua, declararon que no reconocerán los resultados de esta "farsa electoral y fraude constitucional". El principal bloque nicaragüense para estas elecciones era la Coalición Nacional por la Democracia, que tras fallos de los poderes Electoral y Judicial que devinieron en su anulación, se dividió en el FAD y Ciudadanos por la Libertad.

En una proclama, el FAD concluyó que más del 70 % de la población a nivel nacional no ejerció el sufragio y de esa forma expresaron su total "repudio al proyecto de partido único de Ortega y su familia". Exigieron además la celebración de elecciones libres y transparentes, porque las de este domingo "son ilegales".

Las elecciones se celebrarán sin la presencia de observadores independientes y sin el principal bloque opositor por maniobras del Estado, sin que se hayan celebrado debates electorales, con motoristas del Frente Sandinista llevando a simpatizantes a votar a los colegios electorales... En fin, así, los mayores críticos al Gobierno de Ortega decidieron salir de la carrera electoral golpeados por una serie de fallos judiciales que les quitaron de las manos a su principal partido.

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