EL EURODIPUTADO MAX ANDERSSON DENUNCIA QUE LAS PERSONAS CIEGAS “TIENEN UN ACCESO MUY LIMITADO A LOS LIBROS QUE PUEDEN LEER”

El eurodiputado sueco Max Andersson (Los Verdes) denunció este martes en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) que, hoy en día, la mayoría de las personas ciegas o con discapacidad visual en el mundo “tienen un acceso muy limitado a los libros que pueden leer”, como consecuencia del escaso catálogo.
Andersson hizo esta afirmación en una entrevista con Servimedia, con ocasión de su comparecencia este jueves en la Eurocámara para defender la propuesta de aprobar nuevas reglas para ampliar el catálogo de libros para personas ciegas, que, de ser votadas de manera favorable, permitirán ampliar el catálogo de libros disponibles para personas ciegas o con discapacidad visual y así situar a la Unión Europea en línea con sus compromisos internacionales bajo el Tratado de Marrakech, que suscribió en 2014.
“Leer es muy importante y la mayoría de las personas ciegas o con discapacidad visual en el mundo, hoy en día, tienen un acceso muy limitado a los libros que pueden leer”, manifestó el eurodiputado sueco, quien hizo hincapié en que “todo el mundo debería tener acceso a los libros”.
En este sentido, argumentó que “el Tratado de Marrakech que vamos a implantar en la Unión Europea tiene como objetivo cambiar esto, haciendo que todos los libros que ya son accesibles en un país, sean accesibles en la mayor parte del mundo”.
Estas nuevas reglas establecerán que las personas ciegas y sus organizaciones no tengan que pedir permiso al titular de los derechos de autor para hacer libros de formato accesible y otros materiales impresos, así como una mejora de la circulación transfronteriza para que las personas ciegas tengan acceso a libros de formato accesible de países de la UE y de aquellos países que no sean de la UE pero hayan firmado el Tratado de Marrakech.
Sobre el resultado de la votación, Andersson indicó que “uno nunca debería ser demasiado confiado”, aunque, teniendo en cuenta el voto unánime del Comité a favor de este compromiso, que ya ha sido aceptado por el Consejo de Ministros, aseguró estar “muy esperanzado de que sacaremos mayoría”.
“A quienes duden sobre votar ‘sí’ o votar ‘no’ este jueves les diría que hay 285 millones de personas ciegas o con discapacidad visual en el mundo que conseguirían mejor acceso a los libros con esta propuesta”, destacó el eurodiputado del grupo de Los Verdes, que remarcó que “esto supondría una mejora en la vida de millones de personas y sin ningún coste económico”. “Lo que necesitamos hacer es quitar las barreras nacionales que mantienen estos libros encerrados y dejarlos salir”, añadió.
PROBLEMAS DE ACCESIBILIDAD
Acerca de la conciencia que tiene la población europea sobre los problemas de accesibilidad que todavía a día de hoy existen, Andersson señaló que, a su juicio, “la mayoría de la población europea tiene muy poca idea de los problemas que tienen las personas ciegas y las personas con discapacidad en general”.
Sin embargo, celebró que en lo que se refiere a los legisladores, “cuando hemos estado discutiendo estos problemas durante todos estos años en el Parlamento Europeo siempre hemos llegado a posiciones compartidas por la mayoría”, aunque “no diré que fue fácil”.
“Sentimos que era tiempo de que la Unión Europea hiciera algo y empezara a unirse a los otros países que ya han implementado el Tratado de Marrakech para que los libros sean accesibles”, afirmó.
Sobre el hecho de la falta de accesibilidad en Europa, ya que ni siquiera los semáforos de Estrasburgo son accesibles para las personas ciegas, Andersson reconoció que llegar a la inclusión real al 100% “va a ser algo que va a requerir mucho tiempo”.
En cuanto al nivel de accesibilidad de su país, Suecia, el eurodiputado señaló que “si preguntas a los políticos suecos, la mayoría de ellos dirían que estamos a la cabeza”, pero añadió que “si preguntas a las organizaciones que trabajan para las personas con discapacidad dirán que tenemos un camino muy muy largo que recorrer todavía, especialmente en lo referente a las personas con movilidad reducida, porque nuestras calles no están hechas todavía para sillas de ruedas”.
Por último, Andersson defendió la importancia de “hablar con personas con discapacidad” para conocer de primera mano qué es lo que necesitan y ser conscientes de cómo se sienten.

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