Elecciones presidenciales en Bulgaria, un examen para primer ministro Borisov

Los búlgaros votan este domingo en la primera ronda de una elección presidencial considerada como un examen de popularidad para el primer ministro conservador Boiko Borisov y el futuro de las relaciones de Bulgaria con Rusia.

Unos 6,8 millones de electores de esta democracia parlamentaria deben elegir entre 21 candidatos, entre ellos dos favoritos: la presidenta del Parlamento Tsetska Tsacheva, de 58 años, miembro del gobernante partido conservador GERB, y el general Rumen Radev, de 53 años, excomandante de las fuerzas aéreas y líder del partido socialista, que aboga por mejorar las relaciones con Rusia.

En Bulgaria, el presidente, elegido por cinco años, desempeña sobre todo un papel protocolario, aunque es una figura respetada a la que se puede recurrir en casos de crisis.

"Voto por la estabilidad y la seguridad de una Bulgaria próspera", declaró este domingo Tsacheva en su ciudad de Pleven (norte), situada en una de las regiones más pobres de Europa.

La campaña presidencial hizo hincapié en la lucha contra la pobreza, la crisis demográfica y el éxodo de la población, en un país donde el salario medio es de 480 euros al mes.

Para movilizar a su electorado, el primer ministro Borisov, reelegido a finales de 2014, amenazó con dimitir si su candidata no gana la primera vuelta, aunque esto signifique desestabilizar un país que conoció graves conflictos sociales en 2013.

Los tres últimos sondeos publicados el viernes dan la ventaja a Tsacheva con entre 26% y 28% de los votos en la primera vuelta, seguida de Radev, con entre 22% y 23%.

Los analistas vaticinan una segunda vuelta reñida, el 13 de noviembre. Una derrota de la candidata del partido gobernante abriría una grieta en la supremacía del GERB que controla el poder ejecutivo.

La participación alcanzaba el 20% a mediodía (10H00 GMT), tanto como a las 14H00 (12H00 GMT) en las anteriores elecciones presidenciales de 2011, según el instituto de sondeos Alpha Research.

Una reciente enmienda a la ley electoral introdujo "el voto obligatorio" --cuyo incumplimiento no conlleva ninguna sanción grave-- con el objetivo de movilizar al electorado y evitar el peso del voto manipulado o comprado, un problema endémico.

La presidenta del Parlamento centró su campaña en la "estabilidad" brindada por el gobierno, mientras que Radev aseguró encarnar "el cambio" frente a la corrupción y la pobreza.

Los dos candidatos también se opusieron sobre su relación con Rusia, de la que Bulgaria depende casi por completo en el ámbito energético.

Tsacheva prometió "preservar la orientación europea y euroatlántica" de Bulgaria, al igual que el presidente saliente Plevneliev.

En cambio, Radev, a pesar de haber recibido formación en Estados Unidos, tiene una postura menos estricta respecto a Moscú: "Una mejora necesaria de las relaciones con Rusia no supone un retroceso de los valores euroatlánticos", considera el general, que se muestra favorable a un levantamiento de las sanciones europeas impuestas a Rusia.

Las primeras estimaciones de los institutos de sondeo se esperan al cierre de los colegios electorales a las 20H00 (18H00 GMT).

Mostrar comentarios