Errejón pide un Podemos institucional y destroza la idea de Pablo de tomar las calles

  • Considera que la política de trincheras y fosas, la de dar miedo ha sido un error que ha impedido aprovechar la debilidad del PSOE. Solo si salimos de la lógica del “golpe de efecto” y de ser los enfants terribles de la política española, podremos gobernar.

    En la transición del 20-D al 26-J se observa la importancia que le otorga la ciudadanía de nuestro país a un cierto orden, señala Errejón, como uno de los errores que explica no hablar alcanzado el poder. 

Errejón lanza hoy su apuesta política para Podemos, que compagina tres frentes: parlamentario, municipal y social
Errejón lanza hoy su apuesta política para Podemos, que compagina tres frentes: parlamentario, municipal y social
EUROPA PRESS
M.T.
M.T.

Errejón no renuncia a que sus postulados sean los que manden en Vistalegre 2 . En su documento titulado: Desplegamos las velas, un Podemos para gobernar señala que en Vistalegre 1 "renunciamos a todo menos a la victoria” y construimos una “máquina de guerra electoral”.

Ahora sin embargo, no piensan igual porque esos momentos eran una situación excepcional que requería instrumentos, poderes y orientaciones excepcionales. Por ello, construimos una organización fuertemente centralizada y con una enorme concentración en la figura del SG (ojo, no hablan de Pablo Iglesias) y, de forma derivada, en su gabinete.

El clima permanente de competición mediática y electoral llevaba aparejado una cultura política del todo o nada, basada en el plebiscito que aún nos persigue. Errejón considera que la capacidad de integración de determinados sectores críticos fue claramente insuficiente y ello, unido a culturas políticas ajenas al 15-M, así como al dejar de lado el principio de separación de poderes y de los mecanismos para garantizar la proporcionalidad en los órganos, ha tenido efectos negativos en la cultura de la organización hasta hoy. No se hicieron todos los esfuerzos posibles para contrarrestar las desigualdades de género.

Errejón deja claro que está en contra de cavar trincheras, de dar miedo, de despreciar las instituciones. Considera que participar en las mismas no es ser domesticados por nadie. Errejón y sus partidarios creen que con las políticas actuales han sido encerrados en la zona izquierda del tablero donde son irrelevantes.Los ciudadanos quieren orden

Si ayer se trataba de crear una máquina de guerra electoral concentrada para el asalto inmediato, hoy se trata de generar una organización democrática y popular, distribuida, territorializada, feminizada y compleja. A esto le hemos llamado pasar de la máquina de guerra electoral al movimiento popular.

En la transición del 20-D al 26-J se observa la importancia que le otorga la ciudadanía de nuestro país a un cierto orden.

La gestión de las negociaciones de gobierno improductivamente y la percepción de inmadurez y soberbia por una parte importante de nuestro potencial electorado explican los resultados del 26J, en los que la confluencia con IU no pareció funcionar.

Podemos está perdiendo un tiempo precioso al no aprovechar la crisis existencial del PSOE. 

Con la movilización social bajo mínimos, comparte del peso de lo institucional recuperado en la vida política, con un relativo cansancio y hastío generalizados hacia la política y la percepción de que “ganaron los mismos”, se ha terminado el momento, en el que las posiciones estaban desordenadas y todo era posible ya.No es hora de cavar trincheras

Por un lado, quienes consideran que viene un período en el que no es posible ganar posiciones en la política española y, por tanto, lo que debemos hacer es “cavar trincheras”, protagonizar protestas y endurecer nuestra formación política para hacerla capaz de pasar un período invernal sin bajas, sin perder a los ya convencidos. Estas posiciones resistencialistas son partidarias de una agenda de reivindicaciones centradas exclusivamente en los sectores más empobrecidos, de una agenda institucional que huya de cualquier compromiso o entendimiento, y de una línea ideológica que considera que la transversalidad ha rendido todo lo que podía y que hemos de concentrar nuestros esfuerzos en construir una fuerza política que aglutine al conjunto de la izquierda.

Desde estas posiciones, se plantea que toca ser más “nosotros mismos” que nunca y no dejarse “domesticar” o “integrar” en el sistema. .Lo que propone Errejón:Un estado plurinacional que apueste por el derecho a decidir

Reconoce la plurinacionalidad y el derecho a decidir como bases para proponer un proyecto democrático compartido.

El problema es que ese “nosotros mismos” no se sabe muy bien a quien se refiere porque Podemos nunca alcanzó su inmenso apoyo popular defendiendo tales posiciones.No es momento de revanchas

No se trata ahora de ninguna revancha histórica de ningún partido, sino de recuperar la soberanía popular y la justicia social en nuestro país. No regalar más tiempo, ni creer que el derrumbe de alguno de los partidos tradicionales será para siempre o nos hará nuestro trabajo.

Recuperar la iniciativa demostrando que somos capaces de presionar al gobierno, de liderar acuerdos o de instalar temas en la agenda nacional (transición energética, lucha contra la violencia machista, derechos sociales, condiciones de autónomos y pymes, jóvenes exiliados, etc.) que nos muestren como una fuerza política de futuro y con capacidad de dirección a la vez que creando un orden nuevo y generando certezas y seguridades.

Reconocer que en las instituciones no podemos estar apelando al advenimiento del cambio, sino demostrándonos útiles ya.

Recuperar un discurso transversal que deje atrás las etiquetas izquierda/ derecha.

Recuperar la capacidad de interpelar y seducir a los sectores más diversos.

Sólo es radical una fuerza que puede construir el poder para hacer cambios.

Solo si salimos de la lógica del “golpe de efecto” y de ser los enfants terribles de la política española, podremos gobernar.No necesitan domesticarnos, les basta con arrinconarnos

No necesitan “domesticarnos”, les basta con arrinconarnos y dejarnos una cómoda y folclórica existencia en la esquina izquierda del tablero, fuera e impotente ante su reconstrucción del sistema político.

La UE, y el Gobierno de España con ella, han bloqueado sistemáticamente todos los intentos de crear un marco de derecho internacional para la regulación de esos flujos ilícitos de capital que apueste por -pero no exclusivamente-: la lucha contra los paraísos fiscales, la creación de una agencia fiscal internacional, la adopción de un marco legal para los procesos de reestructuración de deuda soberana, o el alumbramiento de un instrumento vinculante en materia de DDHH para controlar la acción de las empresas transnacionales.No hay que destruir las instituciones sino recuperarlas y hacerlas útiles

Ahora tenemos que abrirnos en lugar de cerrarnos, recuperar el rumbo de la transversalidad y el proyecto ganador, demostrarnos útiles a nuestro pueblo en las instituciones donde estamos para ser la punta de lanza del país que está por venir.

El Estado no es una máquina que o se controla del todo o es inservible. Las instituciones no son un botín, ni un joystick: son riqueza social sedimentada, el resultado de años de confianza y esfuerzo colectivo. Por eso no queremos derruirlas, sino recuperarlas para el pueblo y transformarlas para hacerlas más abiertas, transparentes, justas y al servicio de quienes más las necesitan.Una fuerza de gobierno lanza propuestas antes de gobernar

Una fuerza de gobierno es aquella que, incluso antes de gobernar, marca con su iniciativa política e institucional, con sus propuestas y con su generación de confianza, el rumbo posible y alternativo de país.No todo el pueblo piensa lo mismo

La izquierda tradicional y algunos compañeros de Podemos creen que “el pueblo” ya existe, ya está constituído y espera representantes que digan la verdad sin tapujos. Para estos compañeros ese pueblo tiene una etiqueta ideológica e idealmente coincide con los sectores más desfavorecidos. Esta forma de entender el pueblo lo idealiza e impide convertirse en una fuerza popular.  Tampoco es unir a organizaciones de protesta o de izquierdas.Ningún compañero es imprescindible

Podemos será tanto más fuerte cuanto menos imprescindibles sean las compañeras y compañeros que hoy ejercen labor de dirección o gestión desde el ámbito estatal hasta un círculo de un pueblo o un barrio.Hay que construir alianzas electorales

Podemos tiene que seguir construyéndose política y orgánicamente como un proyecto autónomo capaz de establecer posteriormente alianzas electorales y acuerdos amplios con otras fuerzas hermanas.Colau, Carmena y Oltra son un ejemplo

Se trata también de aprender de liderazgos de Ada Colau, Manuela Carmena y Mónica Oltra, ejemplarmente inteligentes en las formas y profundamente radicales en el contenido.

Asegurar la autonomía de los municipios, derogando la conocida como ley Montoro; pasar del techo de gasto a asegurar un suelo de ingresos en las comunidades autónomas blindando el gasto social en los estatutos; reconocer la plurinacionalidad del Estado, transformando el actual y fallido modelo territorial; priorizar el cambio de modelo energético y productivo para salir de la crisis mirando siempre al futuro; o asegurar que España sea el baluarte de los derechos humanos en Europa frente al avance de la extrema derecha.

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