El canciller de España, José María García-Margallo, expresó este jueves en Quito la preocupación de su país por la situación política de Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff fue suspendida del cargo, y confió en que se resuelva "lo antes posible".
"España tiene una preocupación importante por lo que está pasando. Brasil es un socio capital para España en términos políticos y en términos económicos", dijo García-Margallo en una conferencia de prensa en la cancillería ecuatoriana, en el marco de una visita para tratar temas de cooperación.
El Senado brasileño suspendió este jueves a Rousseff por 180 días para someterla a un juicio político, acusada de "crimen de responsabilidad" por encubrir déficit presupuestarios.
Rousseff fue reemplazada de manera interina por el vicepresidente Michel Temer.
García-Margallo, quien se reunió en Quito con su homólogo ecuatoriano, Guillaume Long, manifestó su deseo de que los brasileños "resuelvan cuanto antes y de la manera más satisfactoria para los intereses generales" la situación política.
Resaltó que Brasil "tiene una importancia capital" y que lidera el camino hacia un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que es una de las "prioridades de los ejes básicos de la política exterior española".
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