El Ministerio Público explica en el relato de los hechos de su calificación que el autor material de la agresión y otros dos menores se acercaron "de mutuo acuerdo" y "con ánimo de lucro ilícito" al fallecido cuando se encontraba junto al Club Natación Caballa con otra persona.
Allí les exigieron "todo lo que llevaban de valor", y uno de ellos, el principal acusado, cuya identidad responde a las iniciales M. K., "pegó un tirón a un cordón" que llevaba el agredido, arrebatándoselo. Después, el mismo menor sacó una navaja con la intención de conseguir más botín. En ese momento, uno de los atracados consiguió huir.
La víctima mortal se negó a ceder, cogió su mochila, lanzó una piedra a los agresores e intentó escapar pero uno de ellos le alcanzó, "le agarró por la espalda, le giró y, de forma violenta y con intención de causarle la muerte, le acometió con un arma blanca en la zona precordial", causando un fallo en la función de bomba del corazón que derivó en la muerte de Ibrahim Arraou.
El autor material de la agresión, reunido de nuevo con sus dos acompañantes, huyó corriendo hacia el otro extremo de la playa, donde se encontró con otros dos menores a quienes entregó el arma blanca. Estos últimos, "con pleno conocimiento de los hechos que acababan de suceder y con el ánimo de evitar el descubrimiento del delito", limpiaron la navaja de sangre y la tiraron al mar "de forma que no pudo ser encontrada por los funcionarios policiales".
La Fiscalía pide para el autor material del apuñalamiento ocho años de internamiento en régimen cerrado y cinco de libertad vigilada con asistencia educativa. A quienes le acompañaban propone que se les impongan sendas penas de internamiento en régimen cerrado de 24 meses, los tres últimos en libertad vigilada. Finalmente, para los dos jóvenes acusados de encubrimiento por hacerse cargo del arma homicida aboga por medidas de internamiento en centro semiabierto de 24 meses, los tres últimos en libertad vigilada.
Todos los acusados son jóvenes marroquíes "habituales" del Centro de Acogida de Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) 'La Esperanza' y se encuentran en la ciudad "en situación de desamparo", en algunos casos desde hace "largo tiempo" y en otros desde fechas más recientes. Comparten actitudes disruptivas y escaso nivel de integración, aunque en ninguno se aprecian "psicopatologías graves". La Fiscalía teme que, en el caso del presunto homicida, "si no hay voluntad de cambio" este puede ser "el inicio de una carrera delictiva".
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