'Le Parisien', que cita fuentes judiciales, señala que France Télécom y Didier Lombard son sospechosos de haber puesto en marcha un política de desestabilización de los trabajadores para acelerar las salidas de empleados de la empresa.
Según comunicaciones fechadas el 22 de junio, la Fiscalía también ha solicitado que se abra juicio a otros dos ex directivos de la empresa, Louis-Pierre Wenes, antiguo número dos de Lombard, y Olivier Barberot, exresponsable de recursos humanos, así como a otros cuatro altos cargos por complicidad.
'Le Monde' añade que estas solicitudes, que están aún en etapa de instrucción, son excepcionales en Francia, ya que es raro que los altos dirigentes de una empresa, que no son los responsables directos de los trabajadores, deban responder ante un tribunal por actos de acoso moral.
La Fiscalía reprocha a France Télécom haber iniciado en 2007 una política de empresa que tenía como fin "desestabilizar" a los trabajadores y crear "un clima de ansiedad profesional" en un contexto delicado de reestructuración.
En una reunión celebrada en octubre de 2006 ante altos cargos, Lombard incidió en la necesidad de reducir la plantilla de la empresa en tres años y añadió que la empresa iba a ser "un poco más intervencionista" que en el pasado. "En 2007 voy a hacer que la gente se vaya de una manera u otra, por la puerta o por la ventana", afirmó entonces.
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