Funcionarios de Rio de Janeiro protestan contra plan de austeridad

Varios centenares de profesores, enfermeros, bomberos, policías y otras categorías de funcionarios protestaban el miércoles en Rio de Janeiro contra el "paquete de maldades", como denominan a los duros recortes propuestos por el gobierno de ese estado brasileño quebrado por las deudas.

Los manifestantes se concentraban desde la mañana frente a la Asamblea Legislativa del Estado de Rio (Alerj), donde los legisladores iniciaban la discusión de las medidas impulsadas por el gobernador Luiz Fernando Pezao, del partido de centroderecha PMDB, el mismo del presidente Michel Temer.

Con arengas desde un camión de sonido y silbatos estridentes, los participantes esperaban hacerse oír desde el interior del palacio legislativo, aislado por dos altos vallados y protegido por centenares de policías.

En los últimos días el gobierno regional dio marcha atrás en el proyecto de aumentar de 11% a 30% el descuento aplicado a las jubilaciones de los funcionarios públicos, que se limitaría a 14%.

Otras propuestas prevén aumentos de las tarifas de los transportes públicos, de electricidad, gas y telecomunicaciones, así como recortes de programas asistenciales para sectores carenciados, como el de Alquiler Social y el de Renta Mejor.

"Estamos unidos contra este paquete de maldades. No pagaremos la mala administración del gobierno", dijo a la AFP Zulema Quintanilha, funcionaria del poder judicial regional.

Los recortes "retiran derechos" y en muchos casos son "inconstitucionales", como en el caso de una doble tributación sobre salarios, denunció por su lado el comisario José Oliver, de la Policía Civil, un cuerpo a cargo de las investigaciones de crímenes.

"Con los Juegos Olímpicos, desalojaron a comunidades carentes con la promesa de ayudarlas con el alquiler social o de instarlas en conjuntos habitacionales. Pero los engañaron", agrega Oliver, de 56 años, acompañado por decenas de colegas con remeras que los identifican como miembros de ese organismo de seguridad.

En medio de la peor recesión nacional en un siglo y golpeado por la caída de los precios del petróleo, Rio de Janeiro está prácticamente en quiebra con un déficit de 17.500 millones de reales (5.400 millones de dólares) previsto para este 2016.

La semana pasada, unos 200 manifestantes, buena parte de ellos funcionarios públicos y policías, invadieron la Asamblea Legislativa y causaron destrozos, en protesta contra el plan de austeridad.

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