La Fiscalía ofrece dos relatos alternativos de lo que ocurrió: el primero considera al joven como autor de un homicidio y el segundo considera que, como mínimo, incurrió en una omisión del deber de socorro.
Para el primer supuesto penal pide para Gilson C.M. 14 años de prisión y que indemnice a la madre de la víctima con 90.000 euros y a su hermano con 45.000, y para el segundo, pide una pena-multa de 4.320 euros e indemnizar a madre y hermano con 15.000 euros.
En el primer relato explica que el 28 de abril de 2013, Gilson C.M. y la menor se fueron a la playa de la Mar Bella y allí, al menos ella estuvo bebiendo alcohol hasta estar muy embriagada.
El acusado, "movido por el propósito delictivo de acabar con la vida de la menor, o en todo caso, asumiendo el resultado", aprovechándose de la influencia del alcohol, la sumergió en el mar --ella no sabía nadar-- provocándole una obstrucción bronquial que le causó una insuficiencia respiratoria.
En la versión alternativa, considera que el acusado la abandonó a su suerte "con pleno conocimiento" del estado etílico en el que se encontraba la víctima, de su minoría de edad, de la desprotección de dejarla sola en la playa, de noche, con el peligro en su integridad, y se marchó tranquilamente a su casa sin avisar a nadie de su familia ni esa noche ni los días siguientes.
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