MADRID. PORTA, SOCIO DE ANERI, DICE QUE EN LOS CURSOS A DISTANCIA NO HABÍA CONTROLES, POR LO QUE ERAN MÁS FÁCILES LAS IRREGULARIDADES

Víctor Javier Porta Chacón, socio del empresario José Luis Aneri, en prisión por supuestos delitos relacionados con el fraude en los cursos de formación, afirmó hoy en la comisión que investiga en la Asamblea de Madrid la corrupción política que en el 99% de los cursos presenciales era “muy difícil” que existieran irregularidades y destacó que en teleformación, como no había controles “ni se miraba nada”, era más fácil.
El compareciente, que inicialmente declaró que no quería hablar, dijo que “el cuerpo me pide hacerlo porque a veces hay que reprimirse”. Señaló que algunos expedientes le “llamaron la atención” porque había cursos de ocho horas diarias, y si alguien los hubiese revisado, se habría dado cuenta.
De Aneri destacó su “capacidad de trabajo” y señaló que su socio dejó los trabajos de prevención, en los que trabajaba él, y se fue a formación porque “se gana más”.
Porta, que está imputado, aseguró que “nunca” hizo uso del poder que le dio Aneri y negó ser “el cerebro” de esta trama porque de serlo, “tendría más patrimonio”.
También compareció Miguel Errasti Argal, coordinador de la plataforma de afectados por estos cursos de formación, quien explicó que “el truco del engaño estaba en la réplica de los alumnos, que aparecían en multitud de expedientes”.
También habló del supuesto pacto de Aneri con la Fiscalía para exculpar a la Comunidad de Madrid y dijo que “en el entorno de Aneri se nos dijo que había ese pacto”. “Nos dijeron que eso se debía a las presiones de la Fiscalía”, manifestó Errati, quien añadió que “nosotros estamos imputados por el testimonio de Aneri tras ese acuerdo”.
Isabel Mariño, exconsejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, también compareció y dijo que ella se enteró de este supuesto fraude a finales de 2013 y que estableció que las entidades que gestionaban los cursos y que no los hicieron, además de devolver el dinero recibido, serían sancionadas y reintegrarían el triple de lo recibido.
Explicó que esta decisión provocó “nerviosismo” en las citadas entidades y
aseguró que “no hubo connivencia” con las citadas entidades. Además, manifestó que los controles en teleinformación se hacían con posterioridad y había trazabilidad.

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