El éxodo comenzó en diciembre, a raíz de la ofensiva lanzada por el Gobierno de Mozambique --controlado por el Frente de Liberación de Mozambique (Frelimo)-- contra quienes fuesen su enemigo durante la guerra civil, las guerrillas de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo).
Las autoridades de Malaui autorizaron a ACNUR a evacuar a refugiados desde la frontera hasta un antiguo campamento de Luwani, a más de 300 kilómetros de distancia. Según ha confirmado este viernes la propia agencia, ya ha trasladado a un primer grupo de 81 personas.
ACNUR ha explicado que gran parte de los mozambiqueños llegados a territorio malauí vive en zonas saturadas, en su mayoría en la localidad de Kapise, cerca de la frontera. Las fuertes lluvias han hecho intransitables las carreteras y han complicado más aún la situación de este colectivo.
El flujo migratorio creció desde diciembre hasta alcanzar, a principios de marzo, niveles máximos superiores a los 250 refugiados diarios. Desde entonces, la cifra ha decaído "significativamente", pero quienes siguen llegando explican que tienen que tomar "rutas alternativas" por la presencia militar en la frontera.
ACNUR ha recordado a todas las partes que deben respetar el derecho de la población a buscar asilo fuera del país.
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