El Papa arremete contra las mafias que controlan el tráfico de drogas

Durante el encuentro con los participantes del seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias, sobre el tema 'Drogas: problemas y soluciones a esta plaga mundial', Francisco ha pedido que se desmonte la cadena que facilita el tráfico de drogas que, según ha especificado, va desde el comercio de drogas "a pequeña escala" hasta "las formas más sofisticadas de lavado de dinero".

Así, el Pontífice ha subrayado que "es importante conocer cuál es el alcance del problema de la droga y, sobre todo, la vastedad de sus centros de producción y de su sistema de distribución" que, según ha dicho, conforman redes que posibilitan la muerte de una persona, "la muerte no física, la muerte psíquica, social".

"Cuando se quiere buscar y ascender por las redes de distribución, uno se encuentra con esta palabra de cinco letra: mafia", ha lamentado.

El Pontífice ha señalado que el blanqueo de capitales anida en el "capital financiero" y en los "bancos que se dedican al blanqueo del dinero sucio". Además, ha calificado a los que consumen drogas como "víctimas" que "han perdido su libertad a cambio de esta esclavitud".

"Es una dependencia que podríamos llamar química; una nueva forma de esclavitud como tantas otras que flagelan al hombre de hoy y a la sociedad en general", ha referido. En esta línea, ha analizado las causas que llevan a una persona a tener dependencia de la droga. "Son muchos los factores: la ausencia de familia, la presión social, la propaganda de los traficantes, el deseo de vivir nuevas experiencias, etc --ha comentado-. Cada persona dependiente trae consigo una historia personal que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada",

Por ello, ha instado a no criminalizar a las personas con drogodependencia y a no caer en la injusticia de "clasificarlos como si fueran objetos o trastos rotos". "No es de extrañar que haya tanta gente que caiga en la dependencia de la droga, pues la mundanidad nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para alcanzar una felicidad efímera, que al final se convierte en veneno, que corroe, corrompe y mata", ha explicado.

Así, ha pedido a los Gobiernos que inviertan en la prevención e implementen "amplios programas sociales orientados a la salud, al apoyo familiar y, sobre todo, a la educación". "La formación humana integral -ha asegurado- es la prioridad porque da a las personas la posibilidad de tener instrumentos de discernimiento".