El mundo político francés condenó unánimemente las declaraciones de Karim Benzema, según el cual el seleccionador francés Didier Deschamps ha cedido "a la presión de una parte racista de Francia" al no convocarlo para la Eurocopa-2016.
Estas declaraciones "me resultan insoportables", dijo en la radio RTL el ex primer ministro francés François Fillon.
"En primer lugar, el seleccionador es soberano en sus decisiones. Segundo, porque el hecho de relacionar siempre los problemas del país con cuestiones de raza, religión, etnias y comunidades no son muestra de buena salud", añadió el candidato a las primarias del partido Los Republicanos (derecha).
"Es inaceptable. La discriminación y el racismo son temas serios que no deben ser instrumentalizados en un conflicto personal", dijo por su parte en la radio France Info la exministra Nathalie Kosciusko-Morizet, también candidata a las primarias de este partido.
"Y es peor que eso, porque es la imagen de Francia, la imagen de la selección francesa que están en cuestión", agregó.
Jean-Marie Le Guen, Secretario de Estado a las Relaciones con el Parlamento, pidió por su parte "un poco de respeto" y de "fair-play".
"No caigamos en el drama. Creo que Benzema, todo el mundo lo entiende, habla a los españoles para explicarles que no fue seleccionado, en las condiciones que todos conocemos", dijo. "Es un poco una utilización. Me parece lamentable".
El diputado socialista Benoît Hamon estimó en cambio en la radio Europe 1 que "Benzema tiene razón de decir que estamos en un país en el que el racismo se ha agravado".
"Deschamps no es racista, tampoco creo que (el presidente de la FFF Noël) Le Graët lo sea, estoy seguro de eso, lo conozco bien, pero hay un clima social negativo en el país sobre esos temas", dijo.
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